Opinión
Julie de Romero: La marcha para Jesús
La historia de esta marcha forma parte de un legado contemporáneo para las naciones
6 de agosto de 2025
Opinión.- Este sábado 2 de agosto se realizó en Venezuela “La Marcha para Jesús”. Como fiel creyente y parte del cuerpo de Cristo, salí a marchar llevando con orgullo el nombre de Jesucristo. No puedo expresarles la alegría que sentí, aun bajo la lluvia o el sol me invadía un gran gozo y una fe viva desbordaba en mí a cada paso hacia nuestro punto de encuentro en la Av. Lisandro Alvarado.

Cuando llegamos a la tarima, hombres de Dios predicaron, oraron e hicieron proclamas de bendición por nuestra nación, las familias, la juventud, la autoridades e iglesia, profetizando cielos abiertos de bendición para nuestra tierra, todo mientras adorábamos y alabábamos a nuestro Dios. Fue una gran fiesta de fe pública, algo increíblemente maravilloso que impactó los cielos de Venezuela y cuyo efecto se verá en los próximos meses y años.

La historia de esta marcha forma parte de un legado contemporáneo para las naciones. Ella fue organizada en 1987, en Londres, por la organización evangélica cristiana “Juventud con una misión”. El objetivo era reafirmar públicamente la fe cristiana en una sociedad que iba camino a la descristianización. La marcha reunió a 15 mil personas: un desfile por las calles de Londres acompañado de oraciones por las principales instituciones públicas de la ciudad, bajo el lema «The City March: Prayer and Praise for London» (Caminata por la ciudad: oración y alabanza por Londres).

Posteriormente, la marcha se estableció en varios países del mundo, particularmente en Francia en 1991, en Estados Unidos en 1992 y en Brasil en 1993. En 1994 se convirtió en un evento global que se celebró en alrededor de 170 países en la misma fecha. En 2019 reunió a 3 millones de personas en São Paulo, una de las reuniones cristianas más grandes del mundo. 

La llegada de este movimiento a Venezuela estuvo influenciada por el éxito en otros países, especialmente de América Latina como Brasil, Argentina y Colombia. Se estima que la primera Marcha para Jesús en Venezuela tuvo lugar a mediados de los años 90 y desde sus inicios, la Marcha para Jesús en Venezuela experimentó un crecimiento significativo, pasando de ser un evento local a una manifestación nacional que congrega a miles de personas.

La Marcha para Jesús en Venezuela se realizaba tradicionalmente el 12 de octubre por muchos años, desde su inicio en la década de 1990 hasta que este año 2025 sufrió un cambio de fecha, donde fue celebrada este 2 de agosto, siendo fijada como fecha oficial cada primer sábado de agosto, según la gaceta oficial N°6923 de fecha 1°de agosto 2025.

Este cambio de fecha despertó opiniones contrarias e intentó dividir la voluntad del pueblo cristiano, considerando que era una intromisión e imposición política; sin embargo, hemos entendido que los planes de Dios siempre son de bien, que Dios obra de manera misteriosa e incluso un cambio de fecha es también un movimiento de Dios a favor de sus planes para las naciones, ya que Latinoamérica se unió marchando a una sola voz profetizando vida, prosperidad, bienestar para nuestros pueblos, sanidad de sus familia y economía, declarando que la voluntad de Dios se cumple sobre nuestras naciones.

Aunque la fecha fue cambiada, el evento logró abarcar los 20 estados, contar con el apoyo de 2.000 pastores y líderes cristianos, así como la participación de 6.000 coordinadores a nivel nacional que demostraron su compromiso y entrega, a pesar de los desafíos. Los resultados alcanzados apuntan un estimado de 150.000 cristianos evangélicos machando en nuestra nación.

Sin duda alguna, la marcha para Jesús es y seguirá siendo parte de nuestra historia contemporánea y una forma de expresión e identificación pública de nuestra fe por Jesucristo, un patrimonio espiritual del pueblo cristiano evangélico en las naciones, una oportunidad para orar y pedir la bendición de Dios para nuestra tierra.

Respetando todas las creencias y sin ánimo de caer en polémicas, la fe sigue siendo indispensable para el bienestar de los pueblos siempre y cuando ella exalte los valores más fundamentales como son la vida, la familia, el bienestar, la justicia, la verdad, el amor, el servicio, la honestidad, el respeto, valores que yo he encontrado en Cristo, enseñándome a amar y servir según su modelo.

Por eso Cristo bendice las naciones, porque es una fuente de vida y paz. Seguiremos marchando, orando y proclamando que el reino de los cielos está en medio nuestro.

Ap. Julie de Romero.
Apóstol de la Federación C.C.N. en Valencia.
Instagram @juliederomero
@ccn.valencia
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Julie de Romero