Tomás Socías: “Un paso adelante y atrás”
También hay otra forma de actuar, un sector que ha basado su estrategia en la abstención
Opinión.- Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, según las informaciones de fondo, van para adelante y para atrás, con el regreso “moderado” de la empresa Chevron unido a la persistencia de acusaciones y dobles discursos entre ambos.
Y es que en EE.UU. se manejan formas de actuar y de pensar acerca de Venezuela muy especiales, además de Venezuela ser un país “de excepción en política internacional”.
En el Centro de Washington y con una parte de la información, se maneja el discurso de la radicalización, especialmente con Venezuela y no así con Nicaragua, Cuba, China y otros.
Por otro lado, hay otro grupo que tiene otra visión del país, donde la información también les denota, que no pueden fácilmente lograr un cambio político, que existen intereses claros como el petróleo, la geografía, la cercanía histórica, entre otros.
Este grupo y el anterior también se dividen en reconocer que no ha dado resultado histórico, lanzar a los países y especialmente a Venezuela, a la radicalidad o cercanía de países enemigos de Occidente, o no aliados, como Rusia, China e Irán, entre otros.
Mientras, en Venezuela, ocurre algo parecido, donde el Estado está en el centro de poder, con una visión de que el Estado lo resuelve todo, sin participación decisiva del sector privado, ni apertura económica real.
En medio de esto, otros con influencia de poder, aunque más pequeños, impulsan una “apertura económica y un giro del “socialismo creado” a la modernidad económica.
La otra estrategia
También hay otra forma de actuar, un sector que ha basado su estrategia en la abstención y el enfrentamiento permanente, con una confianza ciega en que EE.UU. resolverá los problemas del país.
También prometen, regreso, esperanzas y cambio político que no han podido cumplir y sin posibilidades de cumplirse de inmediato.
Meganegociación
Y, mientras se daban estas estrategias o posiciones, en el ínterin se estaba dando una mega negociación con el intercambio de privados de libertad entre ambos países.
Ahora bien, este hecho real y concreto explotó en el mundo entero con asombro, además, develando la información continuos diálogos directos y sin intermediarios.
El regreso Chevron
Asimismo, en las conversaciones se estaban debatiendo el tema de Chevron y de todas las empresas petroleras que estaban en el país, que regresan o se activan de nuevo.
Allí, igualmente, se conversó sobre muchos temas más, entre ellos los vuelos de repatriación que se habían acordado y están fluyendo y posible apertura a la Aviación Comercial que incluye Aruba y Curazao.
Relaciones
Incluso, hasta se manejaron los temas de las relaciones, casi a punto de acordar, sino es por la incómoda posición del presidente Trump en estos momentos ante los radicales.
Pero, nuevamente, a lo venezolano, otra vez, para adelante y para atrás.
Dobles discursos
¿Qué ocurre en este escenario de diálogo y enfrentamiento, de amor y odio, de amenazas y negociaciones?
Las respuestas se van desarrollando a diario, porque se hacen anuncios sorpresivos que ningún análisis puede predecir. Lo cierto es que Venezuela está muy presente en la administración Trump, aunque para los discursos hacia afuera, se trate de minimizar.
No obstante, la medida de Chevron no es cualquier cosa, es algo muy importante, no solo para Venezuela, sino también para el Gobierno de Trump, con todo lo que significa la presencia de Chevron en el país y del petróleo para ambos países, aunque anuncien sin regalías, pagos al Ejecutivo o negociaciones especiales.
Varias interrogantes
¿Perdió poder Marco Rubio al aceptarle a Trump negociar? ¿Se impuso la visión de Richard Grenell? ¿Se rompieron las negociaciones con la decisión de la OFAC?
La respuesta es NO. Al contrario, cada uno avanzó y puso más claro su terreno. Pero más que todo avanzaron en conversaciones que vienen de meses atrás.
¿Qué queda por negociar?
Por parte de Venezuela las sanciones, y por Estados Unidos la continuación más fluida de los vuelos de repatriación e insisten en los privados de libertad en Venezuela.
Pero otra vez, según la información que manejamos, el próximo paso que casi se da en esta histórica negociación pasada, son las relaciones diplomáticas como señalamos antes, que Venezuela ha aceptado y EE.UU. necesita para sus juegos de poder, sin presencia ni información más real sobre el país.
También está el asunto de los vuelos directos desde y hacia EE.UU., junto con el restablecimiento de los vuelos comerciales con inclusiones del Caribe, que ayudan a la política de la repatriación rápida de Trump.
Al final, ambos países ganan y además Venezuela, vuelve a colocar el petróleo, en el centro de juego otra vez y de las relaciones internacionales.
*El Autor es Analista Económico y Político, Consultor
de Presidentes de Empresas y Embajadores y fue Ministro de Industria y Comercio.
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