No conocemos a ciencia ciertas las verdaderas cifras de la educación venezolana
Opinión. - Hoy, un día especial para la familia porque nuestra sobrina Argianis Valentina se gradúa de bachiller y supera una de esas tantas etapas que deben superar los estudiantes, en especial los venezolanos.
Una educación distinta a la que conocemos, quienes hacen rato pasamos por allí. Un país sin educación de calidad no tiene futuro. Hoy es la era del conocimiento y la tecnología, para ello hay que tener talento. Y para tener talento tiene que haber educación de excelencia. La mediocridad en la educación, además excesivamente politizada, nos lleva derecho a la ruina. No es una narrativa hecatómbica. Es una cruda realidad.
No conocemos a ciencia ciertas las verdaderas cifras de la educación venezolana, sino la propagandística del gobierno. Pero sabemos de sobra que la educación en Venezuela enfrenta una profunda crisis que se manifiesta de múltiples maneras y formas.
“Baja calidad educativa, altos índices de deserción escolar, escasez de docentes que han desertado del sistema público escolar por razones de persecución política o míseros salarios, deterioro de la infraestructura, problemas de alimentación, falta de acceso a servicios públicos básicos y la inseguridad en los alrededores de las escuelas son, entre otros, los problemas que golpean la calidad del proceso educativo a todos los niveles”.
¿Cómo puede vivir un docente con un salario tan bajo como el venezolano? Simplemente no puede y debe recurrir a buscar otros trabajos para poder sobrevivir, alimentarse él y su familia. Esto le resta el tiempo que debería dedicarle al perfeccionamiento de su profesión de docente.
La población en edad escolar está calculada en aproximadamente un tercio de la población venezolana y, al menos, unos 3 millones están fuera del sistema, y el que está incluido recibe una educación de baja calidad. La deserción escolar está condicionada por muchos factores, entre los que podemos mencionar la crisis económica, la poca motivación a la superación, la deficiencia educativa, la falta de buenos maestros.
En algunos sitios de ONG relacionadas con la educación, se habla de que de los 11 millones de niños, niñas y adolescentes en edad escolar, solo 6, 5 millones están matriculados. No hay manera de saberlo con exactitud por la falta de información oficial actualizada.
Datos reales de lo que pasa en el país son prohibidos a los venezolanos. Por todas partes, opacidad de información. La alimentación en los primeros años de vida juega un papel importante en el desarrollo del cerebro crítico, analítico, y hoy vemos, por ejemplo, cómo El Programa de Alimentación Escolar (PAE) no llega a todos los estudiantes o no ofrece una nutrición adecuada, y ello podría estar reflexionándose en lo que indican los estudios sobre los bajos niveles de comprensión lectora y habilidades cuantitativas en estudiantes de primaria y secundaria, y hasta universitaria.
Si hay un efecto directo de esta crisis que vivimos es la falta de igualdad de oportunidades en el acceso a una educación de calidad, un problema que acentúa la desigualdad social y la pobreza.
Sin embargo, allí van nuestros estudiantes superando con esfuerzo, valentía, coraje y resiliencia todas las trabajos para finalizar sus grados de estudios y continuar su proceso de superación personal. Éxitos a todos los graduando en todo el país.
Que Dios los guía en sus próximos pasos. Estoy convencido de que esta realidad va a cambiar y tendremos nuevamente, como en el pasado, una educación de excelencia y calidad. Como médico, político, padre, tío, abuelo... ¡seguiré luchando por ese sueño!
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