Opinión
En Armonía fetal: El óvulo desde la morfología dinámica
El óvulo existe, por así decirlo, en soledad, él no está formado por tejido celular ovular ni está hecho de óvulos
20 de febrero de 2025
Opinión.- El óvulo humano exhibe una serie de rasgos y propiedades por demás interesantes. La forma casi absolutamente esférica del óvulo es un ejemplo de esta propiedad básica y única. Ninguna otra célula del cuerpo humano exhibe la forma esférica (matemáticamente absoluta) tan perfectamente como un óvulo.

Normalmente, las células humanas presentan todo tipo de formas (cúbicas, cilíndricas, alargadas). Este fenómeno podría ser comprendido o explicado por el hecho de que las células tienen ciertas funciones que requieren cierta forma, pero, sobre todo, por el hecho de que normalmente tienen relaciones con otras células vecinas. Podría decirse que la forma esférica del óvulo está relacionada con su existencia solitaria.

El óvulo existe, por así decirlo, en soledad, él no está formado por tejido celular ovular ni está hecho de óvulos. El tejido del ovario presenta unas cavidades especiales (folículos) en los que los óvulos se almacenan separadamente y en solitario. La forma esférica también es la forma que combina un mínimo contacto con el entorno externo con un máximo volumen y contenido. “Por eso”, una pelota puede moverse o rodar tan fácilmente. La forma esférica del óvulo representa la cualidad de un mundo independiente.

El óvulo tiene relativamente mucho espacio interno (contenido): es la célula con el mayor volumen de todo el cuerpo humano. Su diámetro, de entre 150 y 200 micras, es muy grande si lo comparamos con el diámetro de la célula media, de aproximadamente 10 micras.

El óvulo fertilizado es tan grande como un grano de arena, y por tanto visible con el ojo desnudo, lo cual constituye un rasgo extraordinario para una célula.

Para el morfólogo dinámico es importante darse cuenta de que el óvulo no solo es grande en el sentido de cantidad y medida, sino que también exhibe el gesto de ser grande. Una característica del óvulo es que se hincha y agranda enormemente su volumen durante su proceso de maduración, desde las 10 micras que mide como gameto primordial hasta las 45 micras que mide al final de la primera fase de maduración y desarrollo hasta alcanzar el diámetro de más de 150 micras al final.

Durante el proceso de maduración, el óvulo reúne una cantidad relativamente grande de citoplasma, lo que se expresa en una proporción núcleo-citoplasma relativamente alta. Este hecho representa el gesto de ser grande, lo cual es un buen ejemplo de las categorías y definiciones de la morfología dinámica.

Gonzálo Medina Aveledo PhD Ciencias Médicas
Médico Obstetra
Investigador de las emociones maternas
Ig. @armoniafetal
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Gonzalo Medina Aveledo