Julie de Romero: ¿Quieres ser feliz?
Las palabras de Jesús nunca fueron superficiales o carentes de sentido, de echo, Jesús vino a mostrarnos un camino mucho más excelente y una vida superior
Opinión.- ¿Qué es ser feliz? Recientemente, mi hijo me hizo esta pregunta, sé que tu tendrás tu respuesta, de hecho, hay muchas respuestas. Un sentimiento, un estado de satisfacción personal, emocional y física que se expresa en una actitud más positiva y optimista. Para muchos es estar energizado, sonriente, eufórico. Pero más allá del concepto que pasamos por alto muchas veces, la realidad es que la búsqueda de la felicidad es una meta subconsciente de todos los seres humanos, es una lucha incansable por llegar a este estado de plenitud y confort.
Sin duda alguna, el tener todo lo que se pueda desear materialmente nos puede dar seguridad física y hacernos sentir un estado de bienestar, pero allí no está la felicidad, cuando alcanzamos logros personales, profesionales se genera una honda de satisfacción, de progreso y logros, sin embargo, eso no nos hace personas felices, y podemos enumerar una lista de metas, cosas, objetivos que finalmente cuando los alcanzamos no sentimos que hemos conquistado la felicidad, que se va tan rápido como pasa el momento, o el sentimiento, que es tan frágil que se ha roto en las manos de quien la ose tocar y no saben cómo volverla a armar. Parece que después de un breve episodio de felicidad se debe sufrir muchos episodios de desfortunio y volver a la cola de los que esperan 5 minutos de felicidad.
¿Dónde puedo encontrar la felicidad inagotable? ¿Será que finalmente no somos merecedores de ella? ¿Será que la felicidad es una utopía fundamentada en un pensamiento idealista de la vida? ¿Quién me podría responder a estas preguntas? No quiero 5 minutos de felicidad, quiero ser feliz. ¿Será que la estoy buscando en el lugar incorrecto? O simplemente no la busco y espero a ver si algún día se acerca a mí y me bendice con su compañía.
Nuestro Señor Jesucristo expresó que más bienaventurado es dar que recibir. Parece que aquí hay un secreto para los buscadores de la felicidad que creen hallarla acumulando cosas, llenando los depósitos y guardando más de la cuenta. Bienaventurado es alguien que tiene un estado de gozo profundo del alma, proviene del hebreo Ashrê, que significa contento, feliz, prosperado, bendecido por Dios. Se usaba para referirse a un estado elevado de un ser humano por encima de los pesares y fatiga de la tierra.
Las palabras de Jesús nunca fueron superficiales o carentes de sentido, de echo, Jesús vino a mostrarnos un camino mucho más excelente y una vida superior. Él no vivió para sí mismo, no se negó a darse a la humanidad, lo dio todo y en medio del dolor físico, angustiante, que padeció, la biblia describe cómo se aferró al gozo al saber lo que su sacrificio traería a la humanidad y hoy día todos disfrutamos de ese sacrificio eterno.
Más bienaventurado es dar que recibir, significa cambia de dirección; antes te centrabas en ti, el recibir, el tener, el ganar, el poseer, el sentirte bien; tenías una escala de felicidad con dosis diaria de auto complacencia, tú eras el objetivo, por eso se rompieron muchos matrimonios, se distanciaron los hijos de los padres, los ancianos fueron abandonados. Cada uno creó su mundo egoísta, del yo soy, yo quiero, yo siento... Pero ahora, empieza a dejarte usar para ser un canal de bendición para otros, aprende de Jesucristo, que entró al gozo eterno porque la felicidad verdadera, que no se acaba o se rompe apenas la tocas, es la que viene de arriba y es dada a tu corazón como un regalo por lo que has dado, servido y ayudado a otros.
¡Decide ser generoso! Esa fue la respuesta que le di a mi hijo. Un corazón generoso acumula un gozo eterno. La generosidad es amplitud, es la satisfacción de la sonrisa de un niño, el abrazo de un anciano, las lágrimas de quien no tenía esperanza, la felicidad de saber que esa persona se volvió a levantar después de haber invertido tu tiempo, tu consejo, tu interés. No hay dinero que pueda comprar la felicidad, a ella la encontrarás muy cerca de ti, en tu corazón generoso, dentro de ti, y es resultado de hacer felices a otros.
Nunca se agotará esta fuente de gozo y felicidad. ¿Estás listo para empezar a ser feliz? Rompe el frasco y elévate a una vida superior. La vida que Jesús te da y lo que él puede hacer a través de ti. “Entra en el gozo de tu Señor”.
Ap. Julie de Romero.
Apóstol de la Federación C.C.N. en Valencia.
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