Ahí el Ágora: Seamos luz, Dios nos guarda
Evitemos pagar mal por mal, hagamos siempre el bien
Opinión.- Evitemos conectarnos con todo lo que nos desvirtúe o desenfoque del faro que nos da su luz admirable y, con la que además caminamos. Cristo es nuestro proveedor de esa luz poderosa, por eso debemos andar encendido como Él anduvo (porque Él es la luz) por encima de toda tiniebla. Dios y sus principales promesas es guardarnos de todo mal.
San Juan, en el capítulo 17, Jesús es nuestro intercesor, nuestro principal ejemplo de unidad, pero también es ejemplo de cuidado que Él mismo mantuvo con sus discípulos. En el verso 15, le hace una petición al Padre para que los guardara del mal, aunque se mantuvieran en este mundo.
Nosotros en la actualidad somos guardados por el Padre Celestial, somos luz porque Él es luz. La gran promesa es, que nuestro Señor es nuestra mayor seguridad con la que podemos actuar y bregar mientras estemos por estas calles, mientras caminemos en este mundo donde hay fieras por doquier y, a las que muchas veces se deben enfrentar.
Tomando en cuenta que los discípulos en su andar con Cristo, sus carácteres pasaron por el molde de sus enseñanzas, por el trillar dea su palabra divina. Esto indica que la dirección motivada por el Maestro era opuesta al sistema y a sus enseñanzas antagónicas al plan y visión del cielo. Conlleva esto a que la importancia de parecerse a Jesús siempre será predominante.
La seguridad de los discípulos como la nuestra está en el Señor. No debe existir dudas ni temores que nos paralice en seguir las metas trazadas, (a menos que no estén en la voluntad de Dios), porque de Dios procede el amparo, las fuerzas. Es certero apuntar y proseguir en Cristo, a pesar de los entuertos, aunque se aparezcan los espinos más peligrosos, confiemos que en Dios está el guardarnos del día malo.
El ruego que le hace el Señor al Padre en ese versículo era que no quitara del mundo a sus discípulos. Sabemos que en el mundo hay aflicción, hay bajones, en lo terrenal pueden variar las aristas de posibilidades oscuras que te dañen el día. Sin embargo, la solicitud de Jesús era de seguridad, de guardar las vidas de quienes le seguían a Él.
Si nosotros entendemos que seguir a Jesús y a amar su palabra nos da el mayor resguardo, entonces estamos creyendo en su seguridad impenetrable por las tinieblas. Ciertamente no todo es color de rosa en la vida, ni es tan romántico como se nos pintan algunos paisajes. Habrá momentos fuertes y otros no tan fuertes, pero Dios tiene el control de todos nuestros días y, finalmente, somos seguros bajo su mirada.
En nosotros está el caminar como Él caminó, como el amó, como el enseñó y aguantó los vituperios de sus detractores. La sociedad y la familia propiamente debe ser proclive en conducirse como Jesús lo hizo, en sabiduría y en mansedumbre.
Evitemos pagar mal por mal, hagamos siempre el bien, aunque sepamos que no nos retribuyan de igual manera. El carácter de Cristo se debe calcar hasta en lo tuétanos de nuestro ser, porque mejor es parecernos a Él mientras andemos en este mundo. Sí se puede amigo lector (a), es por aquí la plaza pública comunicacional!
Otrosí o nota: Oremos a Dios mucho por los vecinos de la comunidad de Las Corinas de Puerto Cabello, para que puedan ellos entender que hay normas ciudadanas que se deben respetar. No es sano que mantengan alborotos ni música a todo volumen hasta el amanecer, produciendo molestias en otros. El volumen puede moderarse.
Por Líster Monteverde
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