“Las redes sociales, las pantallas, son un problema creciente que afecta a nuestros hijos. Muchos opinan que parte la solución es que se prohíba el uso de teléfonos en las escuelas, podríamos debatirlo, pero pongo sobre la mesa esta reflexión: el niño y la niña pasa solo cinco horas en la escuela, el resto del tiempo lo pasa en su casa, con su familia. Ellos no usan el teléfono en clases, lo usan es cuando está fuera de la escuela”, argumentó durante el cierre del plan de formación docente que se activó el pasado lunes en el contexto del inicio del año escolar 2025-2026.
Agregó el ministro que una eventual decisión de prohibir el uso de teléfonos en las escuelas y liceos es una decisión que se debe tomar con la participación de todos y no solo entre los docentes y el Ministerio de Educación, porque debe ser “un compromiso colectivo”.
“Podrían prohibirse los teléfonos en las escuelas, pero ¿los padres y madres van a dedicar más tiempo a sus hijos?, ¿se van a comprometer a leerles un cuento todos los días, a hablar más con ellos?”, reflexionó.