Opinión
Tomás Socías: El rol de la empresa privada
Tema que ha sido y es el discurso de muchos líderes, políticos y de las promesas de los candidatos
6 de octubre de 2025
Opinión.- Durante años los países se han debatido y se siguen debatiendo sobre el rol y la participación del Estado, como ente rector, limitando la iniciativa privada con una línea clara y regulada.

Sus defensores señalan al Estado, en su papel controlando y decidiendo el desarrollo de las naciones económicamente, porque actúan indican “en nombre de los pobres”.

En el papel del Estado se habla de su rol y de que debe atender los sectores marginales y de menores recursos y, para ello, se han destinado grandes recursos, presupuestos completos y programas sociales en los países, en medio de numerosas críticas de ineficacia y sobre la gestión.

Estos temas, han sido y son el discurso de muchos líderes, políticos y de las promesas de los candidatos, sobre todo en América Latina y en países en vías de desarrollo.

La otra tendencia cada día más fuerte por la ineficiencia en la gestión del Estado, señalan sus defensores, es una participación más activa de la empresa o del sector privado.

Ella se encarga según este planteamiento, de áreas fundamentales que siempre se pensó que el Estado debería manejar, indicando que el Estado es y ha sido profundamente ineficiente en su gestión para llevarlas adelante.

El debate
Es así el debate con la agudeza de quienes defienden el planteamiento de la necesidad del crecimiento del sector privado, han venido unificando los campos de ambas actividades.

Consideran que el Estado debe reducirse a la seguridad social, a los temas de educación del país y en la seguridad ciudadana, solamente.

Esto, para darle paso en las demás actividades a la gestión del sector privado y al capital.

¿Qué quiere decir esto?
Esto se traduce en que el Estado debe de entregar a la gestión privada, la mayoría de las entidades de servicio público que posee e incluso en la acción social, como existe en muchos países, traducida en infinidad de Instituciones adscritas u organismos autónomos creados.

Así, para evitar más pérdidas del Estado y un crecimiento ineficiente del aparato de la administración pública, dejando “a los pobres más pobres cada día”.

El sector privado asumiría este rol y estará contratando empresas para que reparta paquetes hasta de asistencia social.

Asimismo, para que administre temas de seguridad y en algunos casos hasta maneje y participe en la creación de hospitales o temas de la salud pública.

Otros países más avanzados, como Canadá, Chile, le dan incluso la posibilidad de intervenir en la gestión de documentos como la propiedad inmobiliaria, la elaboración de identificaciones de identidad y el control de puertos, aeropuertos.

Esto reduciría, en la mayoría de los países de América Latina, los llamados ministerios o secretarías que pudieran pasar a entre 8 y 13, según las reformas administrativas más importantes que han existido.

Al mismo tiempo los organismos adscritos en estos momentos, unos 300 en algunos países a ministerios e instituciones autónomas, darán paso al sector privado para que los maneje, con menor costo, gerencia y mayor eficiencia.

Ejemplos
Hay países también de América Latina, cada vez más, que han trasladado con eficiencia temas vinculados a la salud, como distribución de medicinas, a través de las farmacias, organismos de construcción estatales e incluso administración de puentes y peajes que son de total y absoluta responsabilidad del sector privado.

Así se ha permitido no solo la gestión de servicios sino la obligación del mantenimiento, tanto en carreteras como en autopistas.

En países como México se han construido las tres últimas autopistas o vías expresas, a través de sectores privados, cuya obligación es el mantenimiento y la construcción de vías alternas gratuitas.

Esto lleva a que los costos bajen, lo que redunda en un beneficio para todos, para los “llamados más pobres” o “de menores recursos en América Latina y el mundo.

Aquí está el centro del problema, que el Estado ha considerado que debe evitar que el ciudadano común pague y cancele lo menos posible por sus servicios.

Pero, es todo lo contrario en estos países donde el monto de las pensiones, los impuestos o actividades desde el nacimiento de un ciudadano, contribuyen al costo y estructura de los servicios del Estado.

Después, se revierten a través de organizaciones privadas, pero eso sí, se disparan también los ingresos básicos y totales del ciudadano común.

Cuando se habla de estos temas se piensa en países altamente desarrollados, pero, sin embargo, estamos hablando de experiencias claras en las naciones cercanas.

Estamos hablando de México que ya mencionamos, Panamá, Costa Rica y en Suramérica, Colombia, Brasil, altamente privatizados en servicios, Chile, Paraguay con sus represas y así también en algunas islas del Caribe y del Pacífico.

En Europa la construcción de ferrocarriles, vías alternas y carreteras principales, la misma vivienda, centros de salud, aeropuertos, puertos y muchos otros, están solo destinadas al sector privado.

Incluso hay países de Asia y África que están en la misma tónica, donde la empresa privada es la solución a los graves déficit que tiene el Estado.

El autor es analista económico y político, fue ministro de Industria y Comercio y presidente de Cavidea. 
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Tomás Socías López