Pero estos países (Bután, Comoros, Benin, Gabón, Camboya y Guyana) son bastante pequeños, mientras que Portugal tiene una población de 10,33 millones de habitantes.
En el caso de Portugal, las plantas de gas estaban preparadas por si llegaba a escasear la energía. Sin embargo, no fue necesario y las autoridades consiguieron evitar recurrir a los combustibles fósiles, en gran parte gracias al abundante viento y la lluvia que se produjeron durante los seis días.
Al mismo tiempo, la nación lusa continuará beneficiándose de la energía solar. De hecho, el Gobierno portugués ha sido uno de los más proactivos en la lucha por el cambio climático.
El año pasado cerró su última central de carbón, abandonando progresivamente el gas fósil en favor de las energías renovables.