Luego de una larga espera por el vuelo demorado, los Summer Horns simplemente tomaron sus instrumentos y comenzaron a tocar en el pasillo de la cabina. Juntos interpretaron su versión del éxito de Stevie Wonder, “Haven't Done Nothing”, y su música pronto llenó el lugar y captó la atención de todos.
El grupo de jazz estaba en la ruta de San Luis a Seattle para una de sus presentaciones, cuando un problema mecánico forzó el desvío del avión, y el tiempo de espera se alargó por horas.
Una azafata, al ver la frustración de los pasajeros, le preguntó a Koz y a su banda si podían tocar algo para amenizar la espera. Aunque la mayoría de los miembros del grupo no tenían sus instrumentos grandes a mano, los músicos con los que viajaban a bordo se unieron al improvisado show desde sus asientos.
Al final de la jornada, Koz reflexionó sobre el poder de la música para cambiar el estado de ánimo.