Crónica criminal del pasado: El crimen de Veronica
"Formaba parte de una familia muy unida, muy querida por todos quienes les conocían"
Sucesos.- Verónica era una preciosa muchacha, alegre y sana, que todavía no había alcanzado la mayoría de edad. Generalmente a esas edades todas las chicas tienen gran encanto, pero Verónica era especialmente bella, deslumbraba a todo el que la conocía. Formaba parte de una familia muy unida, muy querida por todos quienes les conocían ya que sus miembros participaban de los gremios profesionales, el comercio, la educación y hasta de la iglesia católica. Su hogar, que compartía con toda su familia era en Agua Blanca, y estudiaba en el recordado Colegio Santo Angel, al final de la Calle Pocaterra. Por su belleza y simpatía siempre la elegían en el colegio como madrina del salón y de los equipos deportivos.
Una desgraciada noche, en un descuido de algún familiar, un grupo de desadaptados fuertemente armados entró a la casa a robar. En los primeros momentos todo se desarrollaba según lo planeado por los hampones; habían controlado a los adultos que se encontraban despiertos y tomaban los botines que fueron a buscar… en el registro de cosas que llevarse los criminales hicieron algún ruido y gritaron a los miembros de la familia que se encontraban en el suelo inmovilizados dónde estaba otros bienes para llevarse. En ese momento, Verónica, que ya descansaba en su cuarto, despierta y en ropas de dormir baja las escaleras a ver de qué se trata tanto alboroto. La jovencita queda impactada con la terrible imagen que ve al terminar de bajar la escalera: su querida familia, amarrados en el suelo, algunos llorando y tres energúmenos con armas e las manos. La sorpresa es mutua, los delincuentes corren tras verónica, pero ella tratando de resguardar su integridad, trata de subir las escaleras y grita desesperada por lo que está pasando. Quizás sin pensarlo mucho, uno de los asaltantes, disparó contra la indefensa jovencita, matándola delante de toda su familia.
El crimen causó enorme conmoción en la ciudad y fue el suceso criminal mas comentado por varios días. Quizás era la primera vez que una jovencita, casi una niña, moría en tan terribles circunstancias, mas aún, cuando pertenecía a una distinguida familia de la cual casi todos conocían a algún miembro.
La antigua Policía Técnica Judicial realizó las averiguaciones, con apoyo de la también extinta Disip, que se incorporó ya que un pariente cercano de la víctima estaba vinculado a ese cuerpo de seguridad. En aquellos tiempos, buena parte de los crímenes eran resueltos por la policía judicial, y no se amontonaban los expedientes de homicidio sin resolver como ocurre hoy en día. A los pocos días uno de los criminales fue ubicado por la Disip en el estado Lara, donde recibió su merecido. No recuerdo si los otros malhechores también fueron ubicados.
A los pocos días del horroroso crimen, en la prensa carabobeña salió un desplegado, bastante grande, llamado algo así como “MANIFIESTO DE LAS MADRES CARABOBEÑAS”, firmado por una enorme cantidad de damas de la sociedad de la ciudad, donde hacían los correspondientes llamados a las autoridades y algunas reflexiones sobre el incipiente crimen que asechaba a la sociedad carabobeña.
Por Luis Heraclio Medina Canelón