Patrimonio cultural: Naiguatá, estado La Guaira
Naiguatá a pesar de su reducido tamaño, posee una rica tradición cultural y folklórica, así como playas que invita a propios y visitantes
País.- Desde la mirada de la radiodifusión sonora que transmite, difunde, educa y enriquece, en este recorrido turístico, natural, cultural y patrimonial, hablaré de Naiguatá, estado La Guaira, y de algunos de sus elementos asociados, declarados Bien de Interés Cultural por el Instituto del Patrimonio Cultural (IPC), según Providencia Administrativa N° 003/05 del 20-02-2005, publicada en la Gaceta Oficial N° 38.234 del 22-07-2005. Toda vez, como Portadora Patrimonial de la Nación (Gaceta Oficial N° 43.127 del 14-05-2025).
Naiguatá, es una parroquia del municipio Vargas, estado La Guaira, de este pintoresco pueblo no se tiene una fecha cierta de su fundación, sin embargo, Luis González, señala que esta data es del 4 de octubre de 1710, bajo el nombre de San Francisco de Asís de Naiguatá, aunque antes tuvo otros nombres, como Naguater, luego fue llamada Naigua y finalmente Naiguatá, nombre con el que hoy se le conoce.
Está conformada por 9 sectores: Los Caballos, Carmen de Úria, Valle Verde (El Tigrillo), Naiguatá (El Pueblo), Camurí Grande, Punta Care, Anare, Los Caracas, Quebrada Seca. Para 1772, Naiguatá era considerada como un pueblo de indígenas, habitado para ese entonces por 261 aborígenes dentro del poblado, con antigua doctrina cristiana franciscana y fuera de este vivían 474 españoles. También había 240 esclavizados afrodescendientes y 84 bozales (esclavizados traídos directamente de África) para una población total de 1.059 habitantes. Francisco Javier Longa y José María España, serían dos de los más importantes dueños del territorio.
La actividad económica desde la época colonial, se centraba en la Hacienda Longa España, la misma perteneció al Marqués Juan del Coro y posteriormente al general Colmenares Pacheco. Sus cultivos principales eran el café y la caña de azúcar. En los años cincuenta, Naiguatá se convirtió en una pequeña ciudad, que vivía de los nuevos clubes (principalmente Puerto Azul y Playa Azul) construidos en su cercanía. Con el desarrollo de la ciudad vacacional Los Caracas, el Club Camurí Grande y la urbanización Longa España, la parroquia adquiere un nuevo impulso económico que se traduce en mayor fuente de empleo.
Entre otras de sus actividades económicas está la pesca artesanal, tradición de Naiguatá, se realiza de manera individual o en pequeños grupos de tres pescadores. Las principales herramientas con las que cuentan los pescadores, van desde su propia fuerza física y el conocimiento innato en las especies marinas, desde el momento, lugar y el modo adecuado para obtener una buena pesca. Los instrumentos utilizados por los pescadores son fabricados por ellos mismos, las embarcaciones son cayucos (a los que actualmente se les han agregado velas) o peñeros a motor. En cuanto al beneficio económico obtenido por la pesca, los pescadores deben comercializar gran parte de lo capturado, con el fin de garantizar, tanto su subsistencia como el mantenimiento básico de sus utensilios de pesca.
Naiguatá a pesar de su reducido tamaño, posee una rica tradición cultural y folklórica, así como playas que invita a propios y visitantes. Se ha ganado la reputación de ser el pueblo con más fiestas en la región. Su larga lista de celebraciones comienza desde enero, con la llegada del Año Nuevo. Es la tierra de La Sociedad de los Diablos Danzantes de Naiguatá, esta se organizaba antiguamente en torno a una cofradía que establecía la solidaridad y apoyo entre sus miembros. Al instituirse como asociación civil sin fines de lucro, no solo conserva sus valores originales, sino que pretende recaudar ayuda financiera para mantener viva la tradición. También está entre otras, la agrupación musical Las Sardinas de Naiguatá, fundada en 1982, por Ricardo Díaz, con el fin de proyectar y dar a conocer la música tradicional venezolana, específicamente la parranda navideña local. Obtuvo el premio Musa de Oro y en 1984, el Meridiano de Oro. El éxito de Las Sardinas de Naiguatá, ha traspasado las fronteras, representando a Venezuela en países como Trinidad, Curaçao, República Dominicana, Estados Unidos, entre otros.
La historia del Nazareno de Naiguatá, esta imagen tenía como destino original la población de La Sabana, donde iba a pertenecer a unos hacendados que la canjearon por una cuartilla de café; a causa de fuertes lluvias y mareas, no pudo llegar a sus dueños y permaneció en Naiguatá, bajo custodia de la familia Iriarte, quienes la conservan actualmente. La imagen es llevada a la Iglesia solo en los días de Semana Santa, el Martes Santo, es trasladada para realizar la misa del Nazareno y la procesión, el miércoles la regresan a su sitio de origen. Se le atribuyen propiedades mágico-religiosas, entre los milagros concedidos, está el del hijo de la familia Iriarte. Por el gran respeto y devoción que se le guarda, se le considera uno de los patrimonios más preciados de la localidad. ¡Visitemos, preservemos, salvaguardemos/salvaguardiemos los elementos naturales, culturales y patrimoniales de Naiguatá, estado La Guaira!