Desde la noche del sábado 18 de octubre, los fieles se mantuvieron en vigilia y siguieron en vivo la transmisión televisiva de la misa de canonización desde el Vaticano a través una pantalla gigante instalada en una plaza, donde fue erigida una escultura de una estatua de ocho metros de san José Gregorio, frente a la iglesia construida en 1708.
De hecho, los funcionarios del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana resguardaron a los venezolanos que se congregaron en la plaza La Candelaria, Caracas, para celebrar la canonización de los primeros santos venezolanos.
El cielo sobre las plazas e iglesias se iluminaron con fuegos artificiales, celebrando el día histórico de la canonización de nuestros primeros santos: ¡José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles!
José Gregorio Hernández, un laico que ya era venerado por millones de venezolanos como el “médico de los pobres”, y la madre Carmen Rendiles, educadora y fundadora de la Congregación de las Siervas de Jesús en Venezuela, fueron proclamados santos por el papa León XIV. Por ende, las celebraciones se extienderon por todo el país.