Antes de abrazar la vida religiosa, Carmen Rendiles Martínez fue una joven de fe profunda cultivada en su hogar. Desde muy temprana edad demostró una devoción singular y un espíritu de servicio.
Esta convicción inquebrantable fue el cimiento que la impulsó a seguir su vocación. Nació en Caracas el 11 de agosto de 1903, en la parroquia Santa Teresa, entre las cuadras de Glorieta a Maderero, cerca de la avenida Baralt.
De aquella casa solo queda la cama donde su madre, Ana Antonia Martínez, dio a luz. Tras el deceso de su padre, ayudó a su madre a mantener a la familia y trabajó en una parroquia local. Quiso ser maestra, pero ese sueño se vio frustrado tras ser estigmatizada por haber nacido sin su brazo izquierdo.
En 1927 ingresó a la congregación francesa recién establecida en Venezuela: Las Siervas de Jesús en el Santísimo Sacramento. Menos de siete meses después inició el noviciado con el nombre de María Carmen.
En 1961, con el respaldo del episcopado venezolano, solicitó la separación de la congregación madre para fundar un instituto autónomo. Así nació la Congregación de las Siervas de Jesús, donde fue nombrada primera superiora general.
Falleció el 9 de mayo de 1977 y sus restos reposan en el Colegio Belén de Caracas, institución fundada por ella y administrada hasta hoy por su congregación.
Milagros que transforman
El papa Francisco le otorgó el título de Venerable el 5 de julio de 2013, al reconocer sus “virtudes heroicas”. En 2014 se inició la etapa diocesana de investigación de un presunto milagro atribuido a la Madre Carmen.
En septiembre de ese año, se sellaron los fascículos que fueron enviados al Vaticano. Tres años después, en 2017, el papa Francisco publicó el decreto que aprobó su beatificación.
El 16 de junio de 2018 fue reconocida como la tercera beata venezolana, cuya ceremonia se realizó en el Estadio Universitario de Caracas.
El primer milagro ocurrió en el año 2003. Trinette Durán de Branger, médica cirujana con 40 años de trayectoria, sufrió una descarga eléctrica que le causó dolor crónico y atrofia en su brazo derecho.
Tras la evaluación de 21 especialistas y la recomendación de cirugía, acudió al Colegio Belén, donde reposan los restos de la Madre Carmen Rendiles.
En la capilla elevó una oración. Frente al retrato de la religiosa, vivió un fenómeno inexplicable: una energía intensa y una luz surgieron de la imagen.
Durán sintió un calor profundo recorrer su brazo y se desmayó. Al despertar, aseguró que no pasaba nada. La recuperación total de la movilidad, sin intervención quirúrgica, sorprendió a su médico.
El segundo milagro se gestó en Caracas. Fabiola de Abreu Obadía, una joven de 15 años, fue diagnosticada con hidrocefalia triventricular idiopática. Tras una primera cirugía, retomó su vida.
A los 17 años, recayó debido a una falla en la válvula aórtica, por lo que le efectuaron cinco cirugías.
El diagnóstico se agravó: meningoencefalitis bacteriana que la dejó en coma y permaneció en la Clínica Leopoldo Aguerrevere por varios meses.
En 2018, su madre encendió el televisor y conoció la beatificación de Madre Carmen Rendiles e inició una plegaria junto a su hermana. En septiembre, reunidos en casa de la abuela, la joven cumplió 18 años. El ambiente era de tristeza.
El 19 de septiembre, la joven despertó y dijo: «Quiero hablar con mi abuela», según relata su hermano, Carlos E. De Abreu Obadía.
Esa misma tarde pidió comida e ingirió un plato de pasta con carne. Luego se levantó y caminó. La sanación ocurrió de forma súbita. La familia asistió a una Eucaristía en el Colegio Belén. Tiempo después, Fabiola visitó el colegio para dar gracias. Hoy, ya en sus veintes, estudia en la universidad y trabaja.
Canonización
El 28 de marzo de 2025, el papa Francisco firmó el decreto que aprobó el milagro necesario para que Madre Carmen Rendiles fuera declarada santa. “Un segundo milagro de Dios”, indicó la Conferencia Episcopal Venezolana al citar al Vaticano.
Esta noticia significó un gozo inmenso. Venezuela tiene dos santos: La madre Carmen y el doctor José Gregorio Hernández.
Tras el deceso del papa Francisco el 21 de abril, la Iglesia entró en espera. La canonización quedó suspendida hasta la elección del nuevo Sumo Pontífice.
El 13 de junio de 2025, en una reunión en Roma, se abordaron las fechas de canonización, y el 19 de octubre fue elegido para canonizar a esta loable venezolana.
La historia de madre Carmen Rendiles no solo honra la fe, también la transforma. Su vida, tejida con entrega silenciosa y milagros que vencieron la desesperanza, deja una huella imborrable en el alma de Venezuela.
En cada gesto de servicio, en cada oración confiada, se revela que la santidad no es lejana: habita en quienes creen, luchan y aman sin medida.
El 19 de octubre, su canonización será más que un acto litúrgico; será el abrazo de un país entero a su primera santa mujer, ejemplo eterno de unidad y paz.