Durante el sismo: Actúa con calma.
Mantén la calma: Evita gritar, correr o empujar para prevenir pánico.
Agáchate, cúbrete y agárrate: En interiores: Busca refugio bajo un escritorio o mesa resistente. Protégete la cabeza y aléjate de ventanas, espejos, libreros o cualquier objeto que pueda caer o romperse.
En exteriores: Dirígete a un área abierta, lejos de edificios, árboles, postes o cables eléctricos.
Si conduces: Estaciónate en un lugar seguro, lejos de puentes, túneles o estructuras altas. Permanece dentro del vehículo hasta que pase el sismo.
En la playa: Aléjate del mar y busca un lugar elevado ante el riesgo de tsunami.
No uses elevadores ni escaleras: Si estás en un edificio, quédate donde estás hasta que el movimiento cese.
Después del sismo: Evalúa y actúa
Verifica tu seguridad: Revisa daños estructurales en tu hogar o entorno (grietas, cables expuestos).
Corta suministros si es necesario: Cierra llaves de gas, agua y electricidad si sospechas fugas o cortos.
No enciendas cerillos ni velas hasta descartar fugas de gas.
Evita saturar líneas telefónicas: Usa el teléfono solo para emergencias. Prefiere mensajes de texto o apps de mensajería.
Dirígete a una zona segura: Sigue las rutas de evacuación marcadas y mantente en áreas abiertas hasta que las autoridades indiquen que es seguro regresar.
Sigue las indicaciones oficiales: Escucha la radio o sigue a las autoridades de Protección Civil para actualizaciones sobre réplicas, zonas seguras o alertas de tsunami.
Consejos adicionales
Mantente informado: Participa en simulacros y conoce las alertas sísmicas de tu localidad.
Revisa tu mochila de emergencia periódicamente para que esté lista.
Si estás atrapado: Golpea objetos para hacer ruido y facilitar tu localización, pero evita gritar para no agotarte.