Uno de los venezolanos contó que sufrió un impacto de bala a un costado del rostro, mientras que otro de los tripulantes alegó que muchos fueron víctimas de maltrato psicológico, además de una hidratación sin medidas de salud correspondientes.
Aseguraron que el personal de la Cruz Roja los visitaban pero al momento de ellos retirarse del CECOT, los guardias le decomisaban cualquier insumo o enseres a los reclusos.
De los testimonios expresados por los migrantes venezolanos rescatados en El Salvador, muchos encabezaron huelgas de hambre y de sangre exigiendo respeto a sus derechos, sin embargo, no recibieron respuestas, de igual manera como desconocían que en Venezuela, sus padres lideraron movilizaciones en sus nombres.