Luis Eduardo Martínez: "La sombra digital: neofascismo, posfascismo y ciberfascismo"
Con la mayor rigurosidad, Romero analiza las nuevas formas de conflicto y dominación destacando el impacto de la Inteligencia Artificial, la robótica, la neurociencia y las redes sociales en la configuración de lo que denomina guerra de quinta generación
Opinión.- La pasada semana asistí al bautizo de la más reciente publicación del historiador y diputado Juan Eduardo Romero Jiménez, titulada "La sombra digital: neofascismo, posfascismo y ciberfascismo".
Con la mayor rigurosidad, Romero analiza las nuevas formas de conflicto y dominación destacando el impacto de la Inteligencia Artificial, la robótica, la neurociencia y las redes sociales en la configuración de lo que denomina "guerra de quinta generación", caracterizada por el uso de herramientas como la desinformación, la ingeniería social, los ciberataques y la manipulación masiva a través del ciberespacio, con el objetivo de controlar mentes y corazones, debilitando la autonomía y la confianza de las sociedades.
Son solo dos capítulos cual más, más interesante.
En el primero, “Nuevas fronteras del conflicto: conceptualización y distinción de la guerra contemporánea”, explora los conceptos y distinciones de los conflictos contemporáneos, destacando cómo la tecnología ha transformado la noción de guerra, pasando de enfrentamientos físicos a batallas cognitivas e informacionales.
El segundo, “Fascismo, posfacismo y ciberfascismo contra Venezuela (2013-2024) se enfoca en el caso de Venezuela en la última década, examinando cómo el país ha enfrentado estrategias de desestabilización con una guerra híbrida, compleja, integral y cognitiva. El historiador y diputado describe cómo el Estado venezolano y sus actores sociales han desarrollado un modelo de Defensa Integral para contrarrestar estas amenazas, incluyendo sanciones, ciberataques y campañas de desinformación impulsadas por potencias extranjeras, particularmente los Estados Unidos.
El autor profundiza en los conceptos de "neofascismo" y "posfascismo" para analizar las formas modernas de dominación política, donde la tecnología, especialmente la big data y las redes sociales, permite a las élites manipular las emociones y creencias de las poblaciones para perpetuar el poder. El posfascismo, según Enzo Traverso, se caracteriza por no ser un movimiento de masas como el fascismo clásico, sino por operar dentro de las democracias liberales, promoviendo narrativas antiigualitarias y nacionalistas que identifican a enemigos internos y externos (por ejemplo, migrantes, minorías sexuales o disidencias). El neofascismo podría vincularse a movimientos reaccionarios actuales que aprovechan la tecnología para difundir sus ideas.
En cuanto al "ciberfascismo" este utiliza la información manipulada para generar ansiedad, rabia y violencia, orientándolas hacia sectores que desafían el statu quo promoviendo ideologías autoritarias. A que dudar, el uso de algoritmos refuerzan narrativas polarizantes en redes sociales, desinformación generada por inteligencia artificial (como deepfakes) o sistemas de vigilancia masiva que limitan libertades individuales, evocando un "despotismo algorítmico".
Más allá del libro de Romero, una brevísimo comentario sobre la Inteligencia Artificial: ella posee el potencial de transformar la gestión pública, la economía y la política, pero también plantea riesgos éticos y sociales. Me atrevo por tanto a invitar al investigador que hay en el autor a profundizar en cómo los algoritmos, operados por grandes empresas tecnológicas o gobiernos, pueden consolidar poder en manos de élites (los "plutócratas" de la infoeconomía), erosionando la privacidad, la autonomía y los principios democráticos., exacerbando incluso desigualdades sociales y facilitando la manipulación de la opinión.
Lo afirmó José María Lassalle: la Inteligencia Artificial contribuye a una "tecnificación de la política", donde las decisiones humanas son reemplazadas por sistemas algorítmicos. Esto podría debilitar la capacidad de los sistemas democráticos para responder a las demandas ciudadanas, generando desigualdad y crispación social, lo que a su vez alimenta movimientos reaccionarios.
Romero también aborda tensiones geopolíticas globales, como el conflicto entre Estados Unidos, China y Taiwán, Israel versus Palestina, y las disputas en el golfo Pérsico, destacando cómo estos reflejan una reconfiguración del espacio y tiempo geopolítico.
"La sombra digital" es un estudio profundo sobre las dinámicas de poder en la sociedad digital, alertando sobre las amenazas de las nuevas formas de fascismo y su impacto en las luchas sociales y políticas. Ofrece una visión crítica de cómo la tecnología, lejos de ser neutral, se ha convertido en una herramienta clave para la dominación, reflejando intereses de poder que pueden alinearse con ideologías autoritaria al tiempo que destaca la resistencia de Venezuela frente a estas estrategias.
Personalmente afirmamos que el ciberfascismo representa una nueva forma de control social, donde la tecnología sustituye la violencia explícita del fascismo clásico por una manipulación algorítmica sutil pero efectiva.
Una recomendación para cuando llegue el tiempo de la reforma constitucional: es crucial desarrollar un marco ético y regulatorio para la Inteligencia Artificial y las Redes Sociales que proteja los valores democráticos y la autonomía humana.
Por Luis Eduardo Martínez