Tomás Socías: Foto buena y foto mala
Se puede decir que Trump quiere acorralar a Venezuela y detrás de ellos está el secretario de Estado, Marco Rubio
Opinión.- Como si de una moneda se tratara, actualmente la situación de Venezuela se podría ver desde dos perspectivas: la buena y la mala o, como dice nuestro título, tenemos una foto buena y una foto mala.
La foto mala se deriva, por un lado, de las consecuencias que sobre nuestro país van a tener las políticas de Donald Trump, tanto las petroleras y económicas como las declaraciones denigrantes hacia el gentilicio venezolano, que son completamente injustas e inaceptables.
Hay una foto negativa, muy difícil para el país, donde la información que tenemos es que Trump quiere arremeter más y más duro contra Venezuela, a pesar de la información que le brindan de que “no tendrá un final feliz”.
Y esta semana se repitió eso del discurso altisonante, cuando Trump habló con motivo de sus 100 días en la Casa Blanca e insistió en referirse de manera negativa contra el país.
Se puede decir que Trump quiere acorralar a Venezuela y detrás de ellos está el secretario de Estado, Marco Rubio, emotivo y hacia la derecha siempre por sus propias raíces y vivencias, que no hay mucha información de hasta cuándo su poder duraría.
Los más vulnerables
Este proceso tan difícil que le está tocando a Venezuela va a perjudicar a los venezolanos de a pie, que siempre son los terminan pagando, precisamente porque son el eslabón más débil de la cadena, más cuando no hay información de posibles medidas de apertura o no ideológicas en camino, que le vislumbren soluciones prácticas sin el “Papá Estado”.
Además, continúan los problemas de conectividad aérea, solucionado algunos, pero mayores otros, puesto que no tenemos vuelos desde y hacia varios países, lo cual también es negativo.
Incluso, el presidente de Fedecámaras ha dicho que es necesario abrir los vuelos, porque hay que despolitizar el tema de la aviación y ello conllevaría aeropuertos y todo un mundo de desarrollo, para un país como Venezuela, con el regalo inmenso de estar casi en el centro geográfico del mundo.
Dependemos del petróleo
Venezuela es un país dependiente del petróleo y el Ejecutivo nacional no está convencido de abrir la economía, aunque sea con una vía como China, inclinándonos más por la solución económica de Rusia.
Si por lo menos dijéramos que vamos a ser un país intermedio entre China y Rusia, donde la actividad privada tiene espacio y el Estado cede también funciones, pudiéramos pensar en mejoras de fondo en la economía.
Pero, parece que nos inclinamos más hacia la inversión privada limitada, y allí destaca que crezcan esperanzas de la próxima visita del Ejecutivo a Moscú y la realizada por la vicepresidenta a China.
La moneda
Por otro lado, tenemos el problema de la moneda y el tipo de cambio oficial que se ha deslizado muy abruptamente, la desaparición del dólar o moneda fuerte y eso son problemas realmente fuertes para el venezolano, a quien la plata le rinde cada vez menos y teme mucho a la inflación que le pulveriza sus ingresos y ahorros.
Desde hace tiempo se decía que había que deslizar el tipo de cambio lentamente y complementar con cuatro sistemas que utiliza el venezolano de monedas.
Por un lado, el peso, crucero, dólares y bolívares, pero se mantuvo estable mucho tiempo y no era un cambio real, y ahora el aumento va muy acelerado causando los descalabros que estamos viendo.
La foto buena
Sin embargo, acá vamos con la foto buena o el otro lado de la moneda.
Y es que la información revela que se puede manejar y hay cómo manejar la coyuntura.
El Ejecutivo se va a apoyar en cuatro potencias para atenuar lo que se viene con Estados Unidos, nos guste o no.
Lo que pasa es que, aunque Trump insiste en arremeter con medidas petroleras, los asesores le han dicho que no será fácil provocar algún cambio.
Tanto que, en el marco internacional Venezuela está sorteando obstáculos como lo hizo en el pasado.
Allí tenemos los países de Europa o la comunidad que ha suavizado, desde hace algún tiempo, sus pronunciamientos contra Venezuela.
En América Latina, también han disminuido los ataques, los aliados como Brasil, México y Colombia también se han quedado tranquilos manifestando que “no quieren conflictos con Venezuela.”
En Centroamérica y el Caribe ocurre la misma situación y Venezuela ha recuperado algunas posiciones, teniendo a favor a Nicaragua y su neutral amiga Honduras.
Asimismo, la información nos dice que el Ejecutivo no va a permitir una hiperinflación como la que vivimos años atrás y para ello tiene, al menos, cuatro mil millones de dólares para equilibrar la moneda.
Además, hay un refrescamiento de empresas y de parte del mercado y sectores, aunque disminuidos, que reportan ligero crecimiento como tecnología, supermercados y bodegas, medicinas, comunicaciones, turismo y más de 20.
Tenemos el ejemplo de ANSA que habla de un crecimiento real; por otro lado, se ve que los pequeños comercios están abastecidos plenamente y se van reajustando, transformando, adaptándose a un mercado disminuido y más pequeño del país.
Las panaderías son otro ejemplo, así como los emprendimientos, centros comerciales, los servicios privados de salud y otros.
El espíritu resiliente del venezolano puede ayudar a superar el vendaval por venir.
*El autor es asesor de empresas y embajadas y fue ministro de Industria y Comercio, presidente del sector Medicinas en Cifave Alimentos en Cavidea.
Por Tomás Socías