Andrea Barreto: Hacer lo que nos gusta es seguir nuestros propios entusiasmos
Es necesario recordar que hacer lo que nos gusta no es un lujo, es una necesidad para nuestro bienestar emocional y espiritual
Opinión.- En medio de las exigencias y
responsabilidades diarias, es fácil olvidar la importancia de hacer lo que realmente
nos gusta. La rutina en la mayoría de los casos absorbe y hace circundar por
caminos que no siempre satisfacen plenamente. Sin embargo, es fundamental
recordar que dedicar tiempo a nuestras pasiones y estar satisfechos con lo que
hacemos, tiene un impacto significativo en nuestra calidad de vida.
No se trata solo de encontrar
entretenimiento o diversión, va mucho más allá. Cuando nos dedicamos a
actividades que hacen sentimos plenos, motivados y en armonía con nosotros
mismos, estamos “haciendo lo que nos gusta”. Esas acciones pueden variar
ampliamente, desde practicar un deporte, pintar, escribir, tocar un instrumento
musical, cocinar, hasta participar en actividades comunitarias o trabajar en un
proyecto personal. En mi caso, mi gran pasión es trabajar en lo que realmente me gusta y donde empleo cada una de
las formaciones que algunas personas encontradas en diversas instituciones me
enseñaron, también, gozo de las experiencias no tan gratas que me ayudan a
recordar que simplemente somos humanos y estamos en un aprendizaje continuo. Me
siento satisfecha de las personas que hoy en día me rodean, los que se alegran
por tus logros y los que te acompañan en las no tan buenas, me gustan mis
perros y aunque mi familia no es perfecta también es un gozo tenerla, sin
contar las horas de inversión que tengo al momento de sacar lo mejor de mí en
las aulas de clases en donde imparto lo que me gusta “audiovisuales” y
“sociedad de la información”. Es que lo importante es identificar aquello que
realmente nos hace vibrar y buscar la forma de incorporarlo en nuestra vida cotidiana.
Es cierto que, puede resultar
desafiante encontrar el tiempo y los recursos para dedicarnos a nuestras
pasiones. La vida moderna nos impone una serie de demandas y compromisos que a
veces parecen ineludibles. Sin embargo, es necesario recordar que hacer lo que
nos gusta no es un lujo, es una necesidad para nuestro bienestar emocional y
espiritual. Además, dedicarnos a nuestros propios ímpetus nos permite
desarrollar habilidades, conocimientos y competencias específicas en áreas que
nos interesan. Esto puede abrir puertas y oportunidades en el ámbito personal y
profesional. Las personas que siguen sus pasiones suelen destacarse por su
dedicación, compromiso y entusiasmo, cualidades muy valoradas en cualquier
campo.
No obstante, no todo se trata
de logros externos o reconocimiento. Hacer lo que nos gusta nos brinda un
espacio de autenticidad, donde podemos ser nosotros mismos sin miedos ni
inhibiciones. Es un momento de conexión profunda con nuestro ser interior, en
el que podemos expresarnos libremente y explorar nuevas facetas de nuestra
personalidad.
Hacer lo que nos gusta no es
un capricho, es una forma de alimentar nuestra alma y de enriquecer nuestra
vida. Es una manera de cuidarnos y de cultivar nuestra felicidad. No importa
cuán ocupados estemos, siempre debemos encontrar un espacio para dedicarnos a
aquello que nos apasiona. No se trata de esperar el momento perfecto, sino de
comenzar a dar los pasos necesarios para hacerlo realidad. Por eso vale la pena
recordar que, muchas veces nos dejamos llevar por las expectativas externas y
olvidamos escuchar nuestra propia voz interior; pero, al hacer lo que nos gusta, conectamos con
nuestra esencia, con nuestros valores y con lo que realmente nos hace felices.
Así que, como lo expresa Héctor
García en su libro Ikigai –vivir y valer- en los secretos de Japón para una
vida larga y feliz, “ikigai tiene el poder de darnos felicidad y propósito en
la vida. Disfrutar de la belleza o crearla no cuesta dinero, es algo a lo que
tenemos acceso todos los seres humanos”. Lo importante es que identifiques tu
pasión, encuentres un espacio en tu agenda, rodéate de las personas, recursos
necesarios y herramientas para comenzar a disfrutar de hacer lo que te gusta.
Recuerda que la vida es demasiado corta para conformarnos con la mediocridad.
Permítete vivir plenamente y construir una vida basada acciones positivas que
enriquecen tu experiencia en este transitar. Haz lo que te apasiona, hazlo con
amor, compromiso, y descubre cómo se transforma tu vida. ¡No te arrepentirás!