"Les pido que mantengan la calma, no hay ninguna amenaza, la central funciona con normalidad. La situación está totalmente bajo control y no tiene ninguna consecuencia para la central ni para los habitantes", aseguró Bálitski, añadiendo que los niveles de radiación alrededor de la planta y la ciudad de Energodar "son normales".
La central nuclear de Zaporozhie y sus zonas residenciales circundantes han sido blanco de múltiples ataques del régimen de Kiev, que han dejado tanto muertos como heridos.
Rusia considera que no solo Ucrania es responsable de estas "provocaciones muy peligrosas", sino que también los países que la apoyan, suministrando armas e inteligencia, proporcionando fondos y entrenando a miembros de las FF.AA. de Ucrania.