Qué significa tener muchas plantas dentro de la casa según la psicología
Diversos estudios y análisis han demostrado que el cuidado de la vegetación tiene un impacto significativo en la salud mental, el bienestar emocional y la conexión con el entorno
Salud.- Ultimamente el estilo de vida "eco-friendly2 se ha vuelto popular, lo que provoca que cada vez más personas decidan rodear de plantas en sus hogares, oficinas, balcones e incluso en sus escritorios de trabajo.
Aunque esta fijación a las plantas sea positivo, en algunos casos, detrás de ese amor existen implicaciones psicológicas que explican por qué tanta gente se siente atraída por la vida vegetal.
De acuerdo con Sam Moreton, citado en un análisis realizado por el Departamento de Psicología de dos universidades de Moscú, la conexión emocional con la naturaleza está estrechamente vinculada con la trascendencia personal y la moralidad. Este estudio concluyó que las personas que experimentan emociones como el asombro y el respeto hacia la naturaleza tienden a adoptar comportamientos proambientales, lo que refuerza teorías éticas como la reverencia por la vida de Albert Schweitzer. Además, se observó que las mujeres presentan una relación más significativa entre su apego a las plantas que tienen en casa y sus motivaciones morales en comparación con los hombres.
Asimismo, se reveló que en el caso de la salud mental, cuidar de una planta ayuda a reducir la ansiedad, generar sensación de propósito y proporciona una forma sencilla de conectar con la naturaleza en entornos urbanos cada vez más desconectados de ese mundo. Así, las plantas son concebidas como compañeras que ofrecen calma, estabilidad y consuelo emocional.
De acuerdo con infobae, este vínculo emocional con las especies vegetales también suele reflejar aspectos profundos de la personalidad, ya que quienes disfrutan de cuidar plantas a menudo muestran rasgos de sensibilidad, paciencia y necesidad de conexión, por lo que, en muchos casos, llenar el hogar de plantas puede ser una manifestación simbólica del deseo de nutrir, sanar o crear un refugio seguro.