La vivienda a la que está adherida la cápsula es de forma circular y está montada sobre una estructura cilíndrica. Para entrar se debe subir por una escalera colgante o un montacargas.
Ya adentro, una estrecha escalera de caracol desciende por el cilindro hasta la cabina sumergida donde se encontraba Koch.
Desde las ventanas circulares de su cápsula, Koch veía peces. Tenía un inodoro portátil, cama, televisor, computadora, bicicleta estática, abanicos, un pequeño generador eléctrico e internet satelital.
Dos grandes relojes digitales marcaban los tiempos y cuatro cámaras lo vigilaron para confirmar que no salía del lugar. Allí recibió alimentos desde el exterior y fue visitado por un médico y varios familiares.
"Nosotros necesitamos testigos que estuvieran monitoreando y verificando 24-7 por más de 120 días y esta verificación fue uno de los grandes retos que tuvo este récord", afirmó Reyes a la AFP.