Alrededor de 65 mil fanáticos de los Gunners, como le dicen de cariño a la banda y como se hacen llamar los seguidores, estuvieron presentes en el concierto que duró casi tres horas y enloqueció a los asistentes, cada minuto que pasaba fue delirante para los espectadores.
Entre la gente que llegó al Estadio GNP no solo estaba el público rockero que vivió el momento más álgido del grupo en los años 90. También estaban presentes aquellos con los pañuelos en la cabeza, a estilo de Axl Rose, especialmente los jóvenes, o quienes incluso llevaban un sombrero de copa, que define la imagen de Slash, el guitarrista.
Alrededor de las 21:30 horas la banda oriunda de California, Estados Unidos (EU), comenzó a desatar el manicomio desde que sonó la primera pieza de la noche, “Welcome to the Jungle”, que hizo que los silbidos impacientes se callaran de forma contundente y se transformaran en gritos eufóricos.
Guns N’ Roses azotó a su público con un setlist completo que no dejó nada pendiente. En la gran mayoría del tiempo fue un concierto brutal y electrizante, pero por algunos momentos se sintió como rellenos necesario para que el corazón bajara las pulsaciones.
“Bad Obsession”, “Mr. Brownstone”, “It´s so easy”, “Pretty Tied Up”, “Better” y “Yesterdays”, continuaron la noche frenética de un rock repleto de nostalgia y admiración, tal como lo contaba Raúl Salinas, un fanatico de la banda desde su adolescencia, horas antes de que iniciara el show.