Según la tradición, este día es ideal para agradecer lo vivido, soltar lo que ya no sirve y sembrar intenciones para el año siguiente.
¿Qué es el Espíritu de la Navidad?
Es una representación simbólica de la energía de renovación, abundancia y esperanza que acompaña al solsticio de invierno. Más allá de una figura concreta, es más una fuerza espiritual que invita a practicar la gratitud y fortalecer los vínculos humanos.
El origen del Espíritu de la Navidad se remonta a antiguas celebraciones europeas, especialmente en culturas celtas, donde el solsticio de invierno simbolizaba el renacer del Sol y el regreso progresivo de la luz tras los días más oscuros del año.
Al pasar de los años, esta celebración fue adoptada por el cristianismo y vinculada al nacimiento del Niño Jesús. Sin embargo, el ritual del 21 de diciembre se ha mantenido como una práctica espiritual independiente, enfocada en el agradecimiento y los nuevos comienzos.
Para recibir el Espíritu de la Navidad, según la tradición existen ceremonias o rituales, que permiten conectar con lo emocional. Entre ellos tenemos:
- Limpieza energética del hogar
- Ordenar y limpiar su casa durante el día
- Eliminar objetos que ya no se utilizan
- Encender incienso o sahumerio
- También se puede colocar frutas de temporada en un plato, escribir en un papel aquello por lo que das gracias
- Abrir las puertas o ventanas por unos minutos
- Encender velas según sea la intención.
- Al finalizar, cerrar el espacio y conservar las velas como símbolo de la intención sembrada