Puede que seas un aventurero que se embarcó en los viajes de Tolkien o Stevenson. Tal vez vivenciaste las escalofriantes letras de Lovecraft o te asentaste en Macondo con Gabriel García Márquez.
Quizás solo te hechizaron en alguna clase de ese mágico castillo retratado por Rowling. Sea como sea, es innegable que cada libro es un mundo propio y cada biblioteca un universo de posibilidades.
Se escogió el 23 de abril para esta conmemoración justamente porque en ese día nacieron o murieron grandes escritores de la literatura universal como Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega.
Ferias, concursos, actividades, incluso programas con cuentacuentos son parte también de lo que algunos preparan para sacudir a ese espíritu lector que muchos tenemos dentro.
QuéLeer es una plataforma digital iberoamericana creada por María Alejandra Bello y Melissa Nahmens y conformada por una comunidad de lectores y entusiastas de la lectura. Es un proyecto cultural que atiende la curiosidad lectora y conecta con la movida literaria a través de noticias, reseñas, recomendaciones, entrevistas, curiosidades, novedades, eventos, talleres, cursos y club de lectura.
Este proyecto comenzó en 2010, con una cuenta personal en Twitter donde Bello y Nahmens recomendaban libros. “No somos lectoras empedernidas, pero tenemos nuestra biblioteca”, expone María Alejandra Bello. Aunque empezó siendo un pasatiempo, se convirtió en algo más cuando alcanzaron los 1.500 seguidores: “Melissa, que es más estructurada que yo, planteó hacer algo más serio”. Con constancia y dedicación, ambas mujeres trabajaron juntas para poder brindarle contenido de valor a sus seguidores.
Igualmente, su sitio web sirve como un canal de promoción y exposición para autores de todo el mundo. También trabajan con Bancamiga para brindar a sus empleados bibliotecas para que la lectura forme parte de su entorno laboral.
MFM Club de Lectura
Aunque la tecnología ha facilitado la aparición de alternativas a la lectura en físico, sigue sin haber nada comparado a la sensación de palpar las hojas de un libro. Con esto en mente surgió el Club de Lectura Mariana Flores Melo. Este es un grupo comprometido con su proyecto de intercambiar, adoptar y donar libros con el fin de incentivar y fomentar la lectura en físico. Empezó con una recolección de libros usados entre conocidos, que posteriormente se publicaron en la cuenta de Instagram para ser donados utilizando un depósito como centro logístico.
Este club de lectura e intercambio lleva en funcionamiento tres años. Mariana Flores explica que antes de esta iniciativa, ella junto a siete amigas se reunían todos los meses para discutir un libro y del cual se inspiraban para alguna actividad.
“A veces nos vestíamos igual que los personajes, o preparábamos recetas emblemáticas de la historia, o incluso íbamos a ver una obra de teatro basada en el libro”. Con el tiempo, el proyecto creció hasta el punto de que hacen ferias de libros cada quince días, más o menos. “Tengo un transporte con el que busco libros usados, que luego llevo a la feria para que la gente se los pueda llevar sin ningún costo”.
UpaUpa Español
“Desde Argentina y Venezuela, el amor por los libros ilustrados hizo que nos encontráramos… ¡En Canadá!”. Con esta frase se presentan Cynthia Rodríguez y Marcela Mangarelli en el sitio web de UpaUpa Español, una iniciativa enfocada a la educación de niños multilingüe, con programas para fomentar la lectura en diversas zonas de Latinoamérica.
Cynthia Rodríguez cuenta que cuando se mudó a Montreal hace casi ocho años, quería emprender una ruta en la que pudiera compartir su experiencia en crianza multilingüe mientras se relacionaba con la literatura infantil. “Cuando me di cuenta de que ambas cosas iban de la mano, decidí crear este sitio web; primero para generar contenido gratuito de interés para las familias que quieran heredar el español a sus hijos”. Así Rodríguez y Mangarelli comenzaron a trabajar en el proyecto, que lanzaron en plena pandemia con videos de cuentacuentos para los niños.
La lectura es una puerta para el mundo, puesto que ayuda al niño a crear conexiones afectivas a la vez que estimula su curiosidad. “Hace que el niño se haga preguntas, se imagine lo imposible, se arriesgue a ir más allá de lo que ve y, por lo tanto, pueda soñar con que las cosas pueden ser mejores”, explica Cynthia.
Qué tipo de literatura consumen también es clave para el desarrollo de los jóvenes lectores, por lo que Rodríguez y Mangarelli se esfuerzan en la selección de los cuentos. “Leer es bueno, pero hay libros que son mejores que otros; y eso es lo que nosotras queremos entregar, tanto a nuestros clientes y usuarios, como a los chamos que se benefician de nuestros programas”. (El Estímulo)