Último adiós con devoción: El padre Pedro de Freitas despide su legado en la Catedral con los 115 años de la Virgen del Socorro
En su despedida como párroco de la Catedral de Valencia, el Padre Pedro de Freitas lidera con emoción y precisión una celebración histórica que une fe, identidad carabobeña y una herencia espiritual de más de 30 años
Carabobo.- Con la solemnidad que sólo el tiempo y la devoción pueden forjar, el padre Pedro de Freitas, párroco de la Catedral de Valencia durante tres décadas, conduce por última vez las celebraciones por los 115 años de la coronación canónica de la Virgen del Socorro. En una entrevista exclusiva con para la editorial Notitarde, el sacerdote desgrana con devoción los pormenores de una fiesta que trasciende lo religioso para convertirse en un alma colectiva de los valencianos.
“Todos los años hay una programación preestablecida”, explicó el Padre Pedro, y resaltó que las actividades arrancan con la apertura de las fiestas en los últimos domingos de octubre, que incluyen pregón, misa y el inicio del besamanos. Este acto de veneración se extiende hasta el 4 de noviembre, fecha en que comienza la novena, que este año culmina el 12 en la tarde —víspera de la solemnidad— con canto de vísperas y misa presidida por el Seminario de Valencia y el Consejo Arquidiocesano de Laicos.
El jueves 13 de noviembre marca el corazón de la celebración: a las 8:00 am, el padre de Freitas, oficia la misa parroquial en la Catedral. Luego, en caravana, la imagen de la Virgen del Socorro será trasladada al Fórum de Valencia, donde a las 10:00 am se celebrará la eucaristía principal, presidida por el Arzobispo de Valencia, Monseñor Jesús González de Zárate.
Más de 100 sacerdotes, un coro de 120 músicos y voces, y la participación histórica de FIGA —con más de 1.000 jóvenes— rendirán homenaje a la Patrona de Carabobo. Sobre la participación sin precedentes de FIGA, el padre de Freitas destaca con entusiasmo que la agrupación reúne a 16 colegios privados y más de 1.000 jóvenes comprometidos con la fe y la música.
Tras la misa, una procesión a pie llevará a la Virgen desde el Fórum hasta la Catedral, recorriendo calles emblemáticas como Galicia, San José de Tarbes, Urdaneta y culminando en la Plaza Bolívar. Allí, a las puertas de la Catedral, se celebrará una misa especialmente dedicada a los niños, oficiada por el padre Julvent Carvajal.
Paralelamente, la Virgen visitará el colegio La Salle este viernes 14 de noviembre—en su centenario—, luciendo un traje y corona donados por la institución, y se realizará el primer torneo de pádel en su honor. Además, se organizarán visitas a colegios y clubes hasta finales de noviembre, cerrando así el año jubilar.
Las fiestas se cierran el domingo 16 con la tradicional misa criolla a las 10:30 a.m.
En materia logística, el traslado al Fórum se realiza en caravana abierta a los fieles, con apoyo total de la ZODI, la Gobernación, la Alcaldía de Valencia, Bomberos y Protección Civil. Se estima una asistencia de entre 6.000 y 8.000 personas por lo que se recomienda a los asistentes traer su propia hidratación durante la procesión.
La transmisión del evento estará disponible a través de las redes sociales de la Arquidiócesis de Valencia, y cerca de 60 periodistas estarán acreditados, incluyendo medios nacionales. El montaje —con sillas, tarimas, sonido y logística— cuenta con el respaldo del sector privado.
Pero más allá de los números, hay una despedida emotiva en el aire. El 15 de noviembre, el padre Joel Núñez asumirá como nuevo párroco de la Catedral, y el domingo 16, a las 5:00 pm, el padre de Freitas iniciará su ministerio en la parroquia del Inmaculado Corazón de María del Viñedo.
“Es un deber cumplido”, confesó con serenidad.
“Treinta años al servicio de la Virgen del Socorro, custodiando no solo una devoción, sino la identidad espiritual y cultural de Valencia. Lo sembrado se mantendrá. Mi sucesor tiene la misión de superar lo hecho, y confío en que lo hará, con el equipo consolidado que dejamos: voluntarios, coordinadores, amigos (...) un legado que va más allá de lo personal”.
Al final, su mensaje resuena como un llamado que trasciende generaciones: “La Virgen del Socorro no es solo un ícono religioso. Es el alma de Carabobo. Celebrarla es honrar quiénes somos, y reafirmar nuestra fe en medio del mundo actual”, palabras con las que el Padre Pedro cierra una era… y abre otra, envuelta en el mismo manto azul que ha cobijado a Valencia por más de cuatro siglos.