Nuestra Gente: Aníbal Cabrera, la vida de un apasionado pintor autodidacta
De ingeniero mecánico a artista de la pintura, en una vida de transformación personal y espiritual, con más de 2 décadas
Carabobo.- Aníbal Cabrera, un ingeniero mecánico de profesión y artista plástico de vocación, ha encontrado en el arte una vía para canalizar sus emociones y humanizar la tecnología. Aunque no ha pasado por una escuela de arte formal, su talento autodidacta lo ha llevado a crear decenas de obras que reflejan su profunda conexión con sus vivencias.
Cabrera, graduado de la Universidad de Carabobo, ha trabajado en diversas industrias tecnológicas, desde refinerías hasta fábricas de grúas. Sin embargo, el arte siempre ha sido su pasión. La tecnología puede ser fría, y a través del arte buscó mostrar su lado humano, comentó Cabrera en una entrevista para la editorial Notitarde.
Su camino artístico comenzó a los 14 años, aunque no fue hasta el año 2002, tras la pérdida de su hija y que, en medio de ese capítulo de su vida, comenzó a pintar. “El duelo acumulado explota de maneras inesperadas. Comencé a soltar mis manos en un lienzo, y mi primera obra fue ‘El Nacimiento del Niño Jesús’”, en inspiración a su hija.
A pesar de enfrentarse a desafíos personales, como el asma, Cabrera se ha mantenido firme en su pasión. “El óleo es mi medio favorito, aunque requiere cuidado por los solventes. La pintura acrílica me permite plasmar mis ideas sin comprometer mi salud”, explicó.
Cabrera ha participado en varias exposiciones, incluida la Bienal de Arturo Michelena en 2008, y ha mostrado su trabajo en lugares emblemáticos de Valencia, como el Hotel Intercontinental y la Asociación de Ejecutivos. Recientemente, expuso en el Hotel Manantial, donde sus obras han encontrado una nueva audiencia. “Es gratificante ver que otros conectan con lo que hago. El arte va más allá de la venta; es una forma de comunicación”, afirmó.
A futuro, Aníbal Cabrera sueña con establecer una galería para artistas autodidactas. “Quiero que aquellos que no tienen títulos, pero sí talento, tengan un espacio para mostrar su trabajo. El arte debe ser accesible y permitirnos a todos expresar cada uno de nuestros sentimientos”, concluyó.
Cabe destacar que, la historia de Aníbal Cabrera es un testimonio de resiliencia y pasión, recordándonos que el arte puede ser una poderosa herramienta de sanación y conexión.