Sucesos
Crónica del pasado: Intento de magnicidio 1900
Castro era un amante de los bonches, los bailes, el aguardiente y las mujeres sin moderación alguna
30 de enero de 2024
Sucesos.- Por definición, magnicidio es el homicidio cometido en contra de un gran dignatario, puede ser un presidente, un rey o príncipe o alguna altísima autoridad. Hay magnicidios justificados, como los de un déspota, que se llaman tiranicidio, cuando matan a un rey o reina es regicidio. Hay magnicidios reales, que ciertamente son para matar al político y hay otros falsos o simulados, con otras intenciones.

A principios de 1900 se estrenaba el dictador Cipriano Castro en el poder. Su llegada a la presidencia había traído muy buenas expectativas, ya que había derrocado al régimen de Crespo-Andrade, que ilegítimamente pretendía instaurar una continuidad rechazada por la población, pero rápidamente Castro demostró ser más de lo mismo o quizás peor.

Castro era un amante de los bonches, los bailes, el aguardiente y las mujeres sin moderación alguna. El hombrecito (era muy, pero muy bajito) de un lejano pueblito de Los Andes rápidamente se vio seducido por aquella Caracas que debió parecerle una metrópolis rutilante. Los centrales empezaron a adularlo para ganar prebendas y beneficios y lo invitaban frecuentemente a fiestas, bailes y a burdeles que hacían las delicias del político.

Cuando llegó el primer carnaval de su mandato no perdió oportunidad en salir a ver las comparsas y desfiles de tan de moda en aquella época.

El martes de carnaval, 27 de febrero, Cipriano Castro sale a participar en las carnestolendas. Viaja acompañado de su esposa Zoila. Ya caía la tarde cuando el coche donde viajaba la pareja presidencial recorre la parroquia Candelaria. Pasaba por la esquina de Socarrás y el populacho saludaba a los Castro quienes respondían con confetis y caramelos, cuando un joven obrero analfabeta de nombre Anselmo López, oriundo de Aragua y empleado en una panadería, saca de sus ropas un revólver calibre 38 y apunta hacia Castro. Muy cerca de él se encuentra el agente de la policía municipal Andrés Cabrices, placa Nro. 111, que cuando ve a López accionar el arma salta sobre el criminal. El primer tiro no detona y cuando López hace el segundo disparo ya está forcejeando con el policía y el tiro da en el piso. López, campesino cortador de leña es muy fuerte y hacen falta varios policías y escoltas para quitarle el revólver. Luego saca un puñal, que también le quitan entre varios. Como puede le arrebata el rolo a un policía y con eso se defiende hasta que finalmente es reducido y llevado a prisión. Nadie resulta herido.

Anselmo López era un humilde obrero de la Panadería Marrero de Caracas. Su trabajo era cortar la leña. La policía allanó la panadería y se llevó preso a todo el mundo, incluso a tres maestros panaderos franceses que casi ni hablaban castellano.

Las sospechas como autor intelectual recayeron sobre todo en Francisco Marrero, el dueño de la panadería, ubicada en la esquina de Manduca, aunque algunos “opinadores” señalaban un fantasiosa complot del “Mocho Hernández”, líder de la oposición (la historia de nunca acabar).

El señor Marrero, es extranjero, de las Canarias. Es un hombre pacífico, que nunca se ha metido en política y dedicado por entero a su trabajo, pero cuando la policía irrumpió en su casa encontró en la habitación de la sirvienta de la casa, Manuela Urbina, un documento que hizo sospechar del isleño. Se trataba de un vale por una suma bastante elevada para la época: 437 pesos, que Marrero se comprometía a pagarle a López. Anselmo, que pretendía a Manuela, se lo había entregado a la mujer para que se lo guardara.

Ambos hombres quedaron presos y se les abrió juicio por homicidio frustrado. ¿Pero fue en realidad un intento de homicidio? ¿verdaderamente tenía Marrero alguna implicación? ¿Qué tuvo que ver Manuela? Esta historia tiene otras aristas y otros personajes que trataremos en la próxima entrega.

Por: Luis Heraclio Medina C.
Sigue la información minuto a minuto en nuestro Telegram Instagram Facebook Twitter ¡La noticia en tus manos!
VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde