El objetivo del estudio era investigar los distintos factores que podrían estar asociados con mayores riesgos de desarrollar enfermedades y cuánta diferencia podrían causar los cambios en el estilo de vida. No obstante, la música era una de las principales áreas de análisis.
En este sentido, también se descubrió que tocar un instrumento puede representar un 35 % menos de riesgos de desarrollar demencia, mientras que participar de forma regular en la escucha e interpretación de música un 33 %. Para el deterioro cognitivo leve, la disminución fue del 22 %. En general, los resultados fueron más contundentes en personas con más de 16 años de escolaridad.
Sin embargo, se trata de una investigación observacional, por lo que no se puede probar la relación directa entre la música y la demencia. No obstante, Joanne Ryan, una de las autoras principales del estudio, afirmó a The Washington Post que los resultados siguen siendo sorprendentes.
"Escuchar música es un neuroprotector"
De acuerdo con el Laboratorio de Cognición Musical de la Universidad de Princeton (EE.UU.), al escuchar música se activan diversas áreas en el cerebro, incluyendo las motoras, las sensoriales, las que procesan emociones y las relacionadas con la imaginación.
El neurocientífico y músico Daniel Levitin, que no participó en la nueva investigación, asegura que la música que se escucha en periodos cruciales de la vida, como la adolescencia, puede evocar recuerdos incluso en personas con alzhéimer. "Puede que ni siquiera se reconozcan en un espejo, no sepan dónde están ni cómo llegaron allí, pero si les pones una canción de cuando tenían 14 años, se reconectan con ese yo que habían perdido", sostiene, asegurando que "escuchar música es un neuroprotector".