De hecho, el agua ayuda a las células a absorber los nutrientes y a eliminar las toxinas del organismo. Aunque, hay otro buen hábito que se debe adoptar para obtener aún más beneficios: beber agua tibia (o templada) por la mañana en ayunas ya que aporta un bienestar inmediato al estómago, además de favorecer una serie de funciones vitales, según destaca Vogue Italia.
Estos son los beneficios:
-Mejora la digestión y el tránsito intestinal
Beber agua caliente por la mañana favorece el sistema digestivo y ayuda a mejorar el tránsito intestinal, a menudo afectado por la deshidratación.
-Realiza una acción desintoxicante
La acción desintoxicante del agua caliente es particularmente apreciada. Beberla por la mañana favorece la acción fisiológica del hígado y los riñones en la eliminación de toxinas. Además, al elevar la temperatura corporal, también puede favorecer la eliminación de residuos a través de la sudoración.
-Aplana el vientre
Beber agua caliente deshincha el vientre porque, además de mejorar la digestión y regularizar los intestinos, también ayuda a eliminar los gases y a desintoxicar el tubo digestivo, que son la causa de la hinchazón abdominal.
-Mejora la circulación y regula la temperatura corporal
Beber agua caliente favorece una mejor circulación sanguínea, con lo que llega más oxígeno y nutrientes a las células de todo el cuerpo. Además, el agua es esencial para la termorregulación del cuerpo, ayudando también a sentir más calor, lo que por la mañana nada más levantarse no viene mal.
-Favorece el metabolismo
Beber agua caliente favorece el metabolismo, activa la termogénesis aumentando la temperatura corporal y el gasto calórico, y proporciona una mayor sensación de saciedad. Además, beber mucha agua ayuda a contrarrestar la retención de líquidos, que puede contribuir al aumento de peso.
Asimismo, no hay efectos secundarios evidentes ni contraindicaciones importantes para beber agua caliente con el estómago vacío, salvo dos precauciones particulares: La temperatura del agua debe ser tibia, no hirviendo. La temperatura ideal del agua potable debe rondar los 36°C. Una temperatura elevada no sólo puede provocar quemaduras en la boca, sino también dañar el esófago.
Si experimenta molestias en el estómago después de beber agua caliente, como náuseas o sensación de hinchazón, intenta bajar la temperatura y beber agua tibia por la mañana.
Alternativas más comunes a un simple vaso de agua caliente
Si la idea de beber un vaso de agua caliente sin ningún otro ingrediente no te atrae, prueba las dos alternativas más comunes:
Beber agua caliente con miel - a los beneficios del agua caliente se suman todos los de la miel, como su acción antimicrobiana, descongestionante y antioxidante.
Beber agua caliente con limón - añade al agua la acción limpiadora más intensa del limón, junto con una buena dosis de vitamina C.