El artículo denominado "Revisión pediátrica rutinaria de un bebé de dos años en un centro de Salud de Zaragoza (...)". han detectado déficits en el vocabulario del niño y cierta irritabilidad. No es el primer caso que ve y lo deriva, ante la estupefacción de los padres, hacia los equipos de Atención Temprana, especializados en la detección de problemas de desarrollo cognitivo en menores recoge el diario ABC.
Como consecuencia incluyen programa de refuerzo de atención psicológica y de logopedia, y los responsables advierten "severas consecuencias" en el desarrollo cognitivo ante "el enganche".
Son, en su mayoría "hijos de la pandemia", niños que han crecido con "niñera digital" que pasean, comen, y muchos de ellos se acuestan y se despiertan con la estridencia de los estímulos visuales y sonoros de una pantalla pero sin el 'feed-back' que proporciona la interacción con sus padres o tutores. Ese abuso de tabletas y móviles altera, según alertan los especialistas, el desarrollo natural del cerebro en los menores.
"Se expone a su cerebro, aún inmaduro, a una gran cantidad de estímulos que no está preparado para procesar y eso tiene consecuencias en el desarrollo", señala la doctora María del Pilar Mallada, del centro de salud de Rebolería de Zaragoza. Sabe de lo que habla. Según explica, en una sola semana, en agosto del año pasado, derivó hasta tres niños desde su centro de salud hacia los especialistas tras constatar déficits de adquisición del lenguaje de esos menores.
"A veces las familias entran en la consulta con el carrito del bebé con el soporte para colocarles el móvil o la tableta. Es muy grave que lo incorporen como un complemento en el carrito para lactantes", señala la facultativa. Un problema añadido es, según apunta, la "falsa percepción que tienen los padres de las horas que pasan sus hijos frente a la pantalla".
"Cuando les preguntas cuántas horas pasan frente a la pantalla te dicen que solo una pero no cuentan ni las horas de canguro tecnológico, ni las horas de la comida, ni las que les entretienen durante las compras, etc... en algunos casos extremos han llegado a ser hasta ocho en total, y la media de los pacientes que atendemos supera las dos horas cuando en estas edades las autoridades europeas recomiendan exposición cero", afirma María del Pilar Mallada a ABC.
Los expertos recuerdan que el lenguaje se desarrolla gracias a la interacción del niño con su entorno. Sus padres y cuidadores son los principales modelos lingüísticos y de la cantidad y calidad de las interacciones dependerá el adecuado desarrollo del lenguaje de los pequeños.
"La mejor manera de ayudar a desarrollar el lenguaje de los niños es interactuar con ellos. Hacerlo en la hora del baño, durante la comida, a la hora de dormir, son momentos importantísimos para agregar información verbal y no verbal que darán lugar al desarrollo del lenguaje y sus precursores, coinciden, y recuerdan que hay evidencia científica que afirma que el tiempo frente a las pantallas en menores de dos años impacta en el desarrollo del lenguaje, especialmente en aspecto expresivo".
Un estudio de la Pediatric Academic Societies Meeting de 2017, realizado sobre una muestra de 900 niños, constató que dos de cada diez niños de entre seis meses y dos años pasaban una media de 28 minutos al día usando las pantallas y eso afectaba a su desarrollo del lenguaje. Por cada incremento de 30 minutos de tiempo con una pantalla móvil, los investigadores descubrieron un 49 por ciento más de riesgo de sufrir retrasos del lenguaje expresivo.
El abuso de las pantallas en la etapa lactante puede causar también problemas de irritabilidad y ansiedad porque tienen lo que necesitan de forma muy rápida, los estímulos les sacian rápidamente, y también de déficit de atención cuando estos bebés llegan a los años de aprendizaje escolar.
Niños "superestimulados" que se aburren en clase