Salud
El factor que más protege la salud mental de las personas migrantes: El empleo
Según un estudio elaborado por Cruz Roja, el empleo es el factor que más protege la salud mental de los inmigrantes, junto con el vínculo familiar y unos buenos hábitos de vida
31 de octubre de 2023
Salud.- “Atravesando fronteras, abriendo puertas , cerrando heridas: un proceso dialógico sobre la migración forzosa y la salud mental y psicosocial de las personas que llegan a España (Andalucía)” es el estudio llevado a cabo por Cruz Roja sobre la salud mental de las personas migrantes.

Durante la fase operativa del informe se analizaron 1.025 casos y más de cien personas y agentes.

A modo de conclusión del estudio, se ha elaborado un plan de acción que incluye y describe propuestas para la mejora de la salud mental y psicosocial de las personas migrantes.

(Lea también

Mediante acciones del día a día se desea ir erradicando los problemas detectados, a través de la atención directa, la sensibilización, la formación transcultural, la acción intersectorial y la abogacía de los derechos humanos.

El foco del estudio

En el estudio, Cruz Roja ha analizado más de mil casos de personas migrantes. Así se ha podido conocer cómo es la salud mental de quienes se encuentran en esta situación. En los resultados se han recogido impresiones tanto de personas refugiadas como de solicitantes de asilo.

El estudio concluye que la situación que más protege frente a los riesgos y afectaciones derivadas de la migración forzosa es el empleo. Del mismo modo también lo hace la ocupación remunerada, aunque sea parte de la economía sumergida.

Por otro lado, es fundamental el apoyo familiar tanto en la distancia desde el país de origen o a su llegada y la vinculación emocional con esta, así como mantener unos hábitos y un estilo de vida saludables (donde se incluye la actividad física, la alimentación, la higiene de sueño y la salud afectiva y sexual).

Estos son los factores que protegen la salud mental de las personas migrantes y que se complementan con las prácticas espirituales, la educación y la formación, las habilidades sociales, y el apoyo de la red social.

Diferentes necesidades

A lo largo del estudio, se exponen las distintas vulnerabilidades que deben abordarse. Así, encontramos diferencias a la hora del género, de la raza, la edad…

Asimismo, una de las cuestiones más relevantes es la importancia de empezar a reconocer el talento migratorio”, afirman desde Cruz Roja. Esto pasa por llevar a cabo un cambio de identidad e imaginario social asociado a migrantes y refugiados, que ponga en valor su talento y su capacidad de liderazgo.

Por último, es imprescindible crear espacios libres de violencia y relaciones seguras como requisito para reparar, crecer y volver a empezar.

Salud mental antes, durante y tras la migración

  • Antes
Desde Cruz Roja recuerdan que desde el momento en el que una persona migrante se ve expuesta y huye de su país de manera forzada para cambiar sus condiciones de vida comienza la afectación en su salud mental y la de su familia.

Lo cierto es que las personas migrantes no necesariamente sufrían problemas previos de salud mental. Es la exposición a diferentes tipos y niveles de violencia lo que puede ocasionar estresores de suficiente intensidad como para afectarles.

Según el estudio, puede que el periodo de mayor afectación transcurra entre 6 meses o 1 año antes de la huida.

  • Durante
Asimismo, durante el viaje, la salud mental de los migrantes se ve afectada de diferente manera.

Las personas que viajan en solitario se ven menos expuestas que a las que lo hacen en familia. Las familias son más vulnerables, ya que cuando viajan con menores, la preocupación se centra más en los niños y niñas.

  • Después
Como indican desde Cruz Roja, la gran mayoría de los problemas de salud mental de las personas migrantes tras la llegada al lugar de destino son de contexto. Así, los problemas para comunicarse o para encontrar un empleo son los más destacables.

Hay una primera etapa de mayor afectación en los seis primeros meses desde la llegada, aunque los síntomas más pronunciados desaparecen a los quince o veinte días. A continuación, suele haber un periodo de “meseta” en el que tienen un estabilización sintomática al sentir que ya están en un entorno seguro.

Más adelante suelen surgir otros problemas debido a las condiciones en las que desarrollan su nueva vida: precariedad, problemas de comunicación y vivienda…

No es para siempre

Sin embargo, tal y como se indica en el estudio de Cruz Roja: “La migración forzosa no es patologizante: es decir, no implica enfermar para toda la vida sino que con un el correspondiente tratamiento y acompañamiento consiguen llegar a tener una vida normalizada”.

Estas situaciones generan en las personas migrantes una resiliencia equiparable a la de haber superado

cualquier otra experiencia de extrema intensidad emocional (como el duelo ante la pérdida de un familiar, una enfermedad grave o casos de violencia de género) y haber ganado a la adversidad. En todos estos casos es necesario que en todo el proceso hayan contado con un acompañamiento psicosocial o psicológico.
Sigue la información minuto a minuto en nuestro Telegram Instagram Facebook Twitter ¡La noticia en tus manos!
VÍA Jesús Galbán
FUENTE EFE