Día 1
En el primer día se trabajará en evitar añadir azúcar al café o a las infusiones.
Se trata de evitar ese azúcar que podemos ver y que decidimos, o no, adicionar a los alimentos.
Para quien lo considere un reto muy difícil para su paladar, se recomienda preparar esas bebidas más diluidas, menos cargadas, para que su sabor no sea tan intenso, se puede también usar un poco de canela o incorporar una pequeña cantidad de una bebida vegetal.
Día 2
Como una alternativa a la mermelada en las tostadas, se recomienda trozos de fruta, como plátano en rodajas, fresas previamente maceradas.
Aunque las frutas también contienen azúcar, esta se encuentra de forma natural, sin ningún compuesto químico como en los alimentos procesados, además el componente de fibra de la fruta es favorable para el sistema intestinal y la saciedad.
Día 3
Empezar a acompañar las comidas con agua será una excelente opción para quien planee dejar el azúcar.
Muchas bebidas, como incluso la cerveza o el vino, tienen un contenido importante de este ingrediente.
Día 4
Los postres azucarados se pueden cambiar por chocolate negro, cada postre en la medida de una onza, con una proporción de 85% de cacao, en caso de que el chocolate a esta proporción sea demasiado amargo, se puede buscar una de menor medida, de cerca del 70%.
Día 5
El azúcar de la fruta es el más natural, así que se convierte en una excelente opción para sustituir al azúcar normal, en este régimen alimenticio propuesto.
Los alimentos de repostería pueden ser consumidos con puré de fruta en compota, plátano, frutos rojos o fresas aplastadas, por ejemplo.
Entre los beneficios que sentirá una persona al renunciar al azúcar excesivo, se encuentran:
Piel más saludable a la vista
Reducción del riesgo de caries
Reducción de síntomas de ansiedad en caso de sufrir de alguna condición de salud mental
Disminución de afecciones vaginales
Mejora de la flora intestinal
Pérdida de peso mucho más eficaz