Salud
Sleep divorce: Los beneficios de dormir en camas separadas
Entonces, ¿cuánto hay de deseo y cuánto de imposición a la hora de compartir la cama?
25 de mayo de 2023
Salud.- Se le llama sleep divorcio (divorcio de dormitorio) y, según estudios y especialistas, es un planteo cada vez más frecuente entre las parejas que quieren dormir mejor. Aunque pasar la noche juntos pueda resultar una práctica matrimonial casi automática, distintas eventualidades o preferencias ponen en duda sus beneficios.

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Dormir en camas o habitaciones separadas requiere disponibilidad de espacios, lo cual es una limitación para gran parte de la población. Pero, cuando esto es posible, los puntos a favor son múltiples.

Según una investigación del Better Sleep Council de Estados Unidos dormir separados resuelve los problemas del sueño. El informe disminuirá que el 63% de las parejas no duermen juntas la mayor parte de la noche. Más aún: el 26% de los encuestados aseguró dormir mejor en soledad y el 9% admitió hacerlo en habitaciones separadas. El mismo sondeo prolonga que casi 2 de cada 10 estadounidenses dijeron que la casa ideal es con dormitorios principales separados.

Entonces, ¿cuánto hay de deseo y cuánto de imposición a la hora de compartir la cama?, ¿por qué se asocia esto, de forma indiscutida, al vínculo ya la sexualidad?.

Dormir bien no es cuestión de moda

La psicóloga y sexóloga María Gabriela Simone explicó a Clarín que “aunque cada vez se habla más de los sleep divorcio, esto en realidad no es una moda sino que tiene que ver con poder sentirnos libres, respetarnos y respetar a la pareja”.

El origen del “lecho conyugal”, destaca, se basa en el “deber matrimonial de compartir la cama con el objetivo de la relación sexual para la procreación”. Así, con los años se instaló culturalmente“la creencia de que las personas que se aman duermen juntas”, lo cual no obstante es así.

“Cuando hablamos de dormir en pareja todos pensamos en la 'cucharita', en que nos enroscamos, nos mimamos. Y eso es hermoso, pero acá estamos hablando de dormir”, distinguió el especialista tras enaltecer la importancia del sueño para la salud física y psíquica.

Las necesidades y costumbres al momento del sueño no tienen por qué ser las mismas. “Una pareja se compone por dos individualidades, dos personas que tienen historias diferentes. A la hora de dormir pueden pasar distintas cosas: uno mira tele hasta muy tarde, uno se despierta muy temprano, hay uno que ronca, uno que necesita un poco de luz, uno que es caluroso y otro que es friolento. Cuando las dos personas están pegaditas es inevitable que lo de uno afecte al otro, y eso genera mal dormir”, aseguró.

Los efectos de esto son nocivos para el resto del dia. Entre ellos pueden mencionarse la somnolencia, la sensación de fatiga, los cambios en el estado de ánimo, los problemas de memoria y/o concentración, el desgano, la menor productividad y la irritabilidad.

Simone insistió: “Dormir bien tiene que ver con descansar, es el momento en que uno repara física y psíquicamente. Si nosotros no dormimos ni descansamos bien se generan estragos físicos y psíquicos. Con la pareja compartimos la vida cotidiana. Si uno de los dos no durmió ni descansó bien, en la consecuencia de los días, ¿cómo va a tratar a su pareja?, ¿cómo va a poder negociar?, ¿cómo va a poder empatizar? Si estamos irritables, no va a estar nada bien”.

Camas separadas: beneficios en el sueño y en la sexualidad

Las camas o habitaciones separadas no sólo pueden ocasionar beneficios en el sueño de ambos miembros de la pareja sino también contribuir en su vida sexual.

A mayor descanso, mejor humor y menos irritabilidad. Por otra parte, puede aumentarse la sensación de extrañar a ese otro u otra. La psicóloga (en Instagram, @licenciadagabysimone) sostuvo que “en las parejas que están bien dormidas y descansadas se incentiva el deseo, lo cual es beneficios tanto para la sexualidad como para el vínculo”.

María tiene 43 años y está en pareja con Lucas, de 45, desde hace una década. Hace seis años eligieron cuartos separados por una cuestión de ronquidos. “No dormía él y no dormía yo”, comentó la mujer al describir que la dinámica se hacía imposible: ella lo despertaba pidiéndole silencio y terminaban ambos desvelados.

“Fue una opción que nos alivió el día a día porque nos levantábamos de muy mal humor. Romper el prejuicio fue una salvación”, contó convencida.

La intimidad, aclaró, está intacta: “Cuando queremos tener sexo, lo tenemos. Nos quedamos en la cama ya la hora de dormir, cada uno a su espacio. Fue muy hablado y los dos estamos muy contentos con la decisión”.

“Hay que desmitificar que la cama o el día sean el punto de encuentro: no obstante. Nosotros rompimos con eso y prevalece lo práctico por sobre lo tradicional”, cerró María.

Simone resaltó la posibilidad de experimentar, de alternar momentos juntos y separados en lo que a dormir respeta. “Las parejas son dinámicas. Se puede ir probando, algunas noches sí, otras no. Se puede ser flexible. Y cuando quieren pueden volver a dormir juntos: se van a encontrar con más ganas”, concluyó.
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VÍA NT
FUENTE Clarín