Sin embargo, la habilidad social, la cual no implica debilidad, superioridad, caridad o tolerancia frente al daño sufrido, según González y Carabaño, se tratará de un derecho, mas no de una obligación.
El psicólogo Stefano Mobili, formado como psicoterapeuta en terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR) y de orientación cognitiva conductual, afirma que el perdón tiene tres características que se abarcan en una decisión, una actitud y un proceso.
“Es un acto voluntario, consciente, y es una acción que toma la persona. Asimismo, es la forma en la que afronta el problema porque toma una postura de pensamiento, sentimiento y de conductas específicas frente a algo”, declaró.
Manifestó que es importante saber cuáles son las creencias que manejamos al momento de perdonar, porque cada decisión o acto va a ser ascendido por emociones, por lo que si hacemos algo esto tiene un precursor que suelen ser pensamientos y sentimientos.
“Hay creencias que pueden ser erróneas con respecto al perdón o reconciliación. Porque, aunque tiene que ver, son diferentes porque reconciliarse es un acto para restaurar un vínculo”, apuntó.
Afirmó que en cuanto a la pregunta de si hay que establecer siempre el perdón, se debe considerar el qué nos hace movernos a plantear esto, ya que va a depender de muchos factores de la misma persona.
Igualmente, informó que si bien es cierto que el perdón se correlaciona positivamente con el bienestar psicológico, no se puede leer tan textualmente, debido a que la conducta humana es compleja.
“Hay que entender a la persona, contextualizarnos y saber su realidad tanto interna como inmediata”, indicó.
Agregó que, de no tener un tiempo adecuado y realizarse de manera prematura o abrupta, puede terminar siendo contraproducente para el individuo.
“Es importante cuestionarnos el por qué y para qué se hará, al igual que si no vamos a realizarlo saber el por qué no y para qué no. Una persona puede no perdonar a otra y es completamente válido, mientras no se aferre a la ira, porque demasiado de algo puede ser malo”, recalcó.
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Límites como una marca de diferencia de lo que consideramos bien o no
Mobili detalló que si bien en toda relación humana debe haber un trabajo de límites, también es importante trabajar los propios debido a que es necesario conocer cuáles son los valores, principios y aspiraciones como persona.
"Los límites son cuando uno marca una diferencia de lo que está bien, lo que permito y lo que no. En el caso del perdón, si una persona decide hacerlo, es importante, independientemente de qué, que sepa establecerlos", informó.
Explicó que éstos deben ser claros y se tienen que operacionalizar para saber qué es un sí y qué es un no.
De igual manera, estableció que es importante conocer, practicar y comunicarlos.
Continuó declarando que, para saber cuáles son estos límites, se debe escuchar al cuerpo y emociones.
"Puede que a nivel racional no entendamos algo, pero a nivel emocional nos mueve y nos hace sentir tristes o enojados. Debemos preguntarnos el porqué de todo esto para comenzar a conocernos", comentó.
Manifestó que para mantenerlos debemos trabajar diariamente en ellos y aplicarlos en el día a día, al igual que comunicarnos con la otra persona.
Aclaró que se pueden establecer los límites, para que una relación siga funcionando, pero no necesariamente haber perdonado por completo, debido a que el perdón es algo intrapsíquico.
"Son temas diferentes que tienen que ver, porque el perdón va por una parte, los límites por otra y la reconciliación, que es volver a la vinculación relacional que tenía, va por otra parte. Éstos son relacionados, pero no son lo mismo", mencionó.
Explicó que en su experiencia siendo terapeuta, se puede establecer todo el perdón y si uno de los límites es que no quiere volver a ver a esa persona, es completamente válido.
