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¿Cuáles son los más habituales? Nos los resume en los siguientes:

• Desequilibrios químicos: Los cambios en los niveles de neurotransmisores en el cerebro, como la serotonina y la dopamina, pueden influir en nuestro estado de ánimo. Los orígenes de estos cambios se relacionan a menudo con los siguientes factores que comento.
• Factores hormonales: Los cambios hormonales, como los que ocurren durante el ciclo menstrual en las mujeres o durante la pubertad, pueden afectar el equilibrio emocional y provocar cambios de humor repentinos.
• Estrés y ansiedad: Situaciones estresantes o preocupaciones constantes pueden poner una carga emocional en nuestro cuerpo, lo que puede manifestarse en cambios repentinos en el estado de ánimo. La ansiedad también puede desencadenar cambios rápidos en el estado de ánimo, como pasar de sentirse bien a sentirse nervioso o agobiado en poco tiempo.
• Factores ambientales: Nuestro entorno físico y social también puede influir en nuestros cambios de humor. No es raro escuchar que la astenia primaveral genera cambios en el estado de ánimo e incluso existe el SAD, que es un trastorno afectivo estacional relacionado con los cambios del clima.
• Trastornos del estado de ánimo: Algunos trastornos del estado de ánimo, como el trastorno bipolar, se caracterizan por cambios extremos en el estado de ánimo, que van desde la depresión hasta la manía. Estos cambios pueden ocurrir de forma repentina y pueden ser difíciles de predecir. No hay que realizar un autodiagnóstico en ningún caso.
• Factores de estilo de vida: El sueño insuficiente, la mala alimentación, la falta de ejercicio y el consumo de sustancias como el alcohol y las drogas pueden afectar el equilibrio emocional y contribuir a cambios de humor repentinos.
• Factores genéticos y hereditarios: Existe evidencia de que la predisposición genética puede influir en la susceptibilidad a los cambios de humor y a los trastornos del estado de ánimo. Las personas con antecedentes familiares de trastornos del estado de ánimo pueden tener un mayor riesgo de experimentar cambios de humor repentinos.

“Es importante tener en cuenta que los cambios de humor ocasionales son normales y pueden ser parte de la experiencia humana. Pero ojo, si los cambios de humor son frecuentes, intensos o interfieren significativamente en la vida diaria, puede ser útil buscar apoyo de un profesional de la salud mental para obtener orientación y tratamiento adecuados”, señala. 

¿Hay personas con más riesgo de padecer estos cambios de humor?
En opinión del experto, sí que existen ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de experimentar cambios de humor frecuentes o extremos. Siempre y cuando no haya un origen biológico los que más predispuestos están a sufrir estos cambios de humor repentinos son personas con:

• Antecedentes familiares: personas con antecedentes familiares de trastornos del estado de ánimo pueden tener un mayor riesgo de experimentar cambios de humor.
• Estrés o traumas: Experiencias estresantes o traumáticas pueden desencadenar cambios de humor en algunas personas, especialmente si no tienen habilidades de afrontamiento efectivas para hacer frente al estrés.
• Problemas de salud mental: pueden aumentar el riesgo de cambios de humor debido a la naturaleza de estos trastornos y sus efectos en el funcionamiento emocional.

¿Pueden llegar a convertirse en un problema?
Una de las dudas que nos surge es si dichos cambios de humor pueden convertirse en un problema. Marc Rodríguez nos explica que sucede así cuando son extremos, persistentes o interfieren significativamente en la vida diaria de una persona. “Por ejemplo, si alguien experimenta cambios de humor tan intensos que afectan su capacidad para funcionar en el trabajo, mantener relaciones interpersonales saludables o realizar actividades cotidianas, puede ser indicativo de un trastorno del estado de ánimo, como el trastorno bipolar”, nos detalla.

Además, explica que los cambios de humor que están asociados con síntomas adicionales, como pensamientos suicidas, pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban, alteraciones del sueño o del apetito, pueden ser señales de un problema más serio que requiere intervención profesional. “También es importante considerar la frecuencia y la duración de los cambios de humor. Si una persona experimenta cambios de humor drásticos varias veces al día durante un período prolongado de tiempo, podría ser un signo de un trastorno del estado de ánimo o de otro problema de salud mental subyacente que requiere atención”, apunta.

Recomendaciones para manejar los cambios de humor
Por último, nos preguntamos qué estrategias nos pueden ayudar a manejar o gestionar mejor esos cambios de humor. “Existen varias estrategias respaldadas por evidencia científica que pueden ayudar a manejar y gestionar los cambios de humor de manera efectiva”, comenta el psicólogo, que nos detalla, a continuación, algunas de ellas:

• Terapia CognitivoConductual (TCC): Ayuda a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos o distorsionados que pueden contribuir a los cambios de humor, y también enseña habilidades de afrontamiento efectivas.
• Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): La ACT se centra en ayudar a las personas a aceptar sus emociones y pensamientos difíciles en lugar de luchar contra ellos. Esta terapia también enseña habilidades para aumentar la flexibilidad psicológica y la capacidad de compromiso con valores personales importantes.
• 'Mindfulness' y meditación: La práctica regular de mindfulness y meditación puede ayudar a aumentar la conciencia de las emociones y pensamientos presentes, así como a reducir la reactividad emocional ante los cambios de humor.
• Ejercicio regular: La actividad física regular, como caminar, correr, nadar o practicar yoga, ha demostrado tener efectos positivos en el estado de ánimo y la salud mental. El ejercicio ayuda a liberar endorfinas, neurotransmisores que están asociados con sentimientos de bienestar y felicidad.
• Sueño y rutinas saludables: Mantener un horario de sueño regular y asegurarse de obtener suficiente descanso puede tener un impacto significativo en el estado de ánimo y la estabilidad emocional. Establecer rutinas saludables, como comer bien, mantenerse hidratado y evitar el consumo excesivo de alcohol y drogas, también puede ayudar a regular los cambios de humor.
• Apoyo social: Mantener conexiones sociales fuertes y buscar apoyo de amigos, familiares o grupos de apoyo puede ser invaluable en el manejo de los cambios de humor.

“Es importante recordar que cada persona es única, y lo que funciona para una persona puede no ser efectivo para otra. Es recomendable probar diferentes estrategias y buscar orientación profesional para encontrar el enfoque que mejor se adapte a las necesidades individuales”, concluye. (Hola!)