Revista del Domingo
Familia Salomón Torrealba: El bienestar de uno es el de todos
La distancia no ha sido una limitante para continuar el legado con el que crecieron
4 de septiembre de 2022
En el corazón del estado Carabobo se encuentra una familia que de generación en generación se han ocupado de mantenerse unidos, aunque los kilómetros los han separado en más de una ocasión, ellos son la familia Salomón.

De esta cuna impregnada de unión y generosidad provienen las reconocidas hermanas Salomón de la ciudad de Valencia.
 
Su padre, Kamal José Salomón Carbone, un aficionado al hipismo, hijo de padre migrante de Palestina y de madre italiana, contrajo nupcias con la yaracuyana Mildred Torrealba y de ese amor nacieron sus cuatros hijos; Derdlim Salomón de Hache, Kamal José Salomón Torrealba, María Lorena Salomón de Alonso y María Carolina Salomón de Domínguez, quienes crecieron escuchando de su padre la frase, “el mal de uno es el mal de todos y el bienestar de uno es el bienestar de todos”, para que comprendieran la importancia de la familia y que aún mantienen presente, aunque Kamal no se encuentre en este plano.

 
Al día de hoy todos son grandes profesionales, que desde diferentes ámbitos trabajan para llevar con orgullo no solo su apellido, sino también su nacionalidad, pues todos se encuentran radicados en diferentes partes del mundo.


 
La distancia no ha sido una limitante para continuar el legado con el que crecieron de unidad, pues siempre encuentran la forma de reunirse.
Recientemente, Mildred, junto a su hija Derdlim, estuvieron de visita en la capital carabobeña, donde permanecieron alrededor de cuatro meses, reencontrándose con familiares, amigos, lugares y, sobre todo, con esos sabores únicos que tiene la comida de nuestro país.
 
En compañía de una taza de café, de su nuera Amelia García de Salomón y de sus nietos Kamelia Sofía y Khalil José Salomón García nos relataron cómo eran sus domingos familiares, “yo, (Mildred) en mis años de casada, mi plan de domingo era misa, Guataparo Country Club y en la tarde ya estábamos en la casa”.
 
Por su parte, Derdlim mantiene en sus recuerdos los eventos de la ciudad, que antes de irse a República Dominicana buscaban la manera de mantenerlos vivos para seguir compartiendo.

“Los venezolanos somos así”, dijo entre risas en la sala de la casa de su madre mientras expresaba con mucha esperanza la perspectiva que se lleva de Carabobo después de estos meses donde pudo conocer nuevos lugares.

“No pierdo las esperanzas de volver, aunque sea a pasar mi vejez”, aseguró a la vez que afirma que la juventud actual que hace vida en el país es pujante y son los que le permitirán a la vieja generación regresar a su tierra natal, esto, al ver la pasión que se está inyectando en las diferentes áreas, a pesar de las circunstancias adversas.

 Por Mónica G. Parra O.

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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde