Canciller Gil sobre declaraciones de Rubio: Dos cosas son infinitas, la estupidez humana y el universo
"Rubio no ataca a Venezuela: ataca la verdad, la historia y la dignidad de nuestro país", dijo el canciller de la República, Yván Gil
País.- El canciller de la República, Yván Gil, criticó al secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, al calificar sus ataques contra la evidencia aportada por Organización de las Naciones Unidas (ONU) en materia de drogas como una muestra de "estupidez humana".
"Con Rubio se confirma lo que dijo (Albert) Einstein: dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo", afirmó Gil a modo de cierre de un mensaje compartido en su cuenta de Telegram.
Aseveró que "Rubio arremete contra la ONU y contra todos los datos científicos que confirman" que el país suramericano "está libre de cultivos ilícitos y combate el narcotráfico con eficacia ejemplar". "Esa es la lógica nazi y gangsteril: negar la evidencia, inventar enemigos y sembrar odio para encubrir fracasos".
Del mismo modo, aseguró que Rubio actuaba de manera nerviosa y a la defensiva, en interés de "tapar su absoluta derrota en la política de persecución contra América Latina", al tiempo que calificó de "ironía" que hubiera proferido esos comentarios contra la ONU en compañía del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, al que tildó de ser un "bananero que ya no exporta frutas sino drogas hacia EE.UU. y Europa, con la complicidad de la DEA".
"Rubio no ataca a Venezuela: ataca la verdad, la historia y la dignidad de nuestros pueblos. Y al hacerlo, confirma su destino: el del político fracasado que se seca en el odio", completó Gil.
"No me importa"
Previamente, Rubio rechazó las críticas al despliegue militar de su país en al sur del mar Caribe y aseguró que no le importan los informes de ONU que niegan que Venezuela sea fuente de tráfico de drogas.
"A mí no me importa lo que dicen las Naciones Unidas, a mí no me importa", expresó el funcionario estadounidense durante una conferencia de prensa desde Quito, tras un encuentro con Noboa.