Patrimonio Cultural de Venezuela: Alecia Rodríguez Del Valle, Portadora Patrimonial de la Nación
Hablar de Alecia Rodríguez Del Valle, es sinónimo de liderazgo y compromiso en el periodismo
País.- Desde la mirada de la radiodifusión sonora comunitaria, que transmite, difunde, educa y enriquece, en este recorrido turístico, cultural, y patrimonial, hablaré de la periodista, productora y locutora Alecia Margarita Rodríguez Del Valle, Portadora Patrimonial de la Nación, al igual que quien escribe, con declaratoria, como Bien de Interés Cultural, según Providencia Administrativa N° 004/2025 del 11-03-2025, publicado en la Gaceta Oficial. N° 43.127 del 14-05-2025.
Alecia Rodríguez Del Valle, nació el martes 04 de julio de 1967, a las 8:45 de la mañana, en el Hospital Central de Valencia, estado Carabobo, hija de Marcela Antonia Del Valle (Maita) y de José Crisógono Rodríguez (Paito †), es la segunda de cinco hermanos: Antonio Gerardo, María Ysabel, Mary Carmen, y Víctor José (†). Todos crecieron en un hogar humilde, de principios y valores sólidos, tuvieron una infancia tranquila, la que vivieron rodeada de amor, al lado de sus padres, hermanos, familiares, vecinos y amigos, en su «Campo de Carabobo querido», como ella lo define.
Desde niña, comenzó a dar los primeros pasos en la Comunicación Social, prefería el contacto con los adultos, de ahí sacaba provecho y se anticipaba a las prácticas periodísticas, tuvo la dicha de entrevistar a muchos de su entorno en el hogar, hizo una amistad con casi todos los vecinos del caserío Chaparral, quienes de cariño le decían la negrita o Ale. Ellos atentos a las preguntas, para responder con firmeza a aquella niña que se vislumbraba una mujer de medios; la mayoría ya no están en este plano terrestre, pero permanecen en su corazón, hoy vienen a ocupar un bello espacio en estas cortas líneas: Don Carlos López, don Narciso Mujica, sus queridos Merardo López y Merardo Calderón, el señor Juan Calderón, Don José Alvarado, Don Víctor Martínez, Don Manuel Ochoa, Don Roso Mendoza, Raimundo Mujica, Don Fernando Pinto y Heriberto Gutiérrez, quien le decía, la secretaria y doctora, porque le llenaba las actas para hacer solicitudes de beneficios para la escuelita del caserío. También están unas grandes mujeres y madres con quienes pasaron momentos muy lindos, fueron recibidas en sus casas como una hija más, con un cariño inmenso. Ellas: Enmita, Jacinta, Doña Justina, Doña Magala, la señora Ramona, María Mayorca, Elba Corrales, (QEPD todas). También la señora Gisela, Doña Teresa, Aura y Ana Teresa, quienes aún «las tiene en este mundo», dispuestas a seguir como entrevistadas.
Sus padres, han dejado huellas imborrables en la vida de esta gran mujer, su mamá (maita), abnegada, trabajadora, para ella no hay límites cuando se trata de estar al lado de sus hijos, a ella se le llenan sus hermosos ojos verdes de lágrimas, cuando habla de cada uno de ellos, dice que Dios la premió con los mejores hijos. Pero en realidad, los afortunados han sido sus hijos, al tener una madre como ella. Su papá (Paito †) como suele llamarlo, un hombre muy ordenado e impecable, siempre andaba de “punta en blanco”. Alecia extraña aquellos momentos, todos unidos, desayunos y cenas juntos en la mesa. De él aprendió a escuchar, a no tener rencor, a respetar, a ver los errores como aprendizajes de la vida.
La etapa de esposa y madre: su esposo Celso Pacheco (†) y periodista locutor, con una reconocida trayectoria en Venezuela y otros países, el mejor legado fue, dejar en su esposa una inmensa responsabilidad, una escuela. Ella lo recuerda, como el hombre que la tomó de la mano para apoyarla en su carrera, el sabio consejo de un versado en el periodismo (Premio Nacional): «Si quieres ser periodista, debes prepararte muy bien para que asumas este compromiso, que después que empieza, no termina». Hoy es el ángel que la guía en este recorrido comunicacional. Elianny su hija, quien vino a colmar sus vidas de amor, conciencia, paciencia, responsabilidad, prioridad y de realidad; ella es, un pilar fundamental en la vida de mamá Alecia.
En resumen, hablar de Alecia Rodríguez Del Valle, es sinónimo de: Liderazgo y compromiso en el periodismo, por donde camina deja huellas, son incontables los seres que han pasado por su vida, estuvo en diferentes medios de comunicación, donde en cada uno, sacó el mejor provecho, en la actualidad sigue en el Diario Notitarde, como subdirectora y en los últimos años, se ha dedicado a enseñar y guiar a los muchachos recién egresados de la carrera de Comunicación Social, un legado de generación en generación.
Son incontables quienes dan testimonios de ella, Gladys Ramos, José A Sabatino (Pepe Sabatino), Vicente Gramcko, Salvador Castillo, Luis León Guerra, Jhon Peláez, Fedders Gaerste, Osmer Gutiérrez (maracucho), Paul Trejo, Gabriel Gómez Cerezo, Danfny Velásquez entre otros. Un regalo que nunca debe faltar en estos testimonios *Alecia Rodríguez, voz clara y corazón firme de Valencia* que en palabras de P. Antonio Arocha:
Desde su juventud, Alecia Rodríguez ha sido faro de comunicación sincera y profesional en nuestra sociedad valenciana. Con la palabra como herramienta y la verdad como norte, ha construido un legado que honra el periodismo y enaltece el alma de nuestra comunidad.
Muy querida por quienes la conocen, Alecia no solo informa: acompaña, orienta, y da voz a lo que merece ser contado. Su redacción es arte y oficio, y su disciplina, ejemplo constante de entrega silenciosa y eficaz.
Maestra en el lenguaje, madre admirable, mujer íntegra: en ella se conjugan la ternura y la firmeza, la vocación y la cercanía. Su presencia en Valencia no pasa desapercibida, porque Alecia no solo comunica: ella une, inspira y deja huella. Gracias, Alecia, por tu luz serena, por tu compromiso incansable, y por recordarnos que la verdad, cuando se dice con amor, transforma corazones.
¡Preservemos, salvaguardemos/salvaguardiemos, a la Portadora Patrimonial Alecia Rodríguez, declarada Bien de Interés Cultural por el Instituto del Patrimonio Cultural (IPC)!