Gil enfatizó que esta reunión responde más a intereses externos que a una genuina gestión diplomática. “Un acto para rendir cuentas a Marco Rubio, verdadero jefe de esta tragicomedia disfrazada de diplomacia”, expresó el canciller.
"Esto no tiene nada que ver con Venezuela. Es un show para alimentar titulares y justificar un liderazgo de la ultraderecha que solo existe en las redes sociales (…) y en los reportes que envían a sus padrinos del norte", manifestó Gil.
Asimismo, afirmó que González Urrutia, sin representación legítima ni autoridad institucional, mantiene su discurso como parte de un montaje dirigido a consolidar una imagen política que carece de respaldo popular y solo existe en los informes enviados a sus aliados internacionales.
"El excandidato, por encargo agradecido por la acogida y protección, interpreta su papel con entusiasmo: el del fantoche, derrotado por la realidad y sostenido por el autoengaño. No preside nada, no representa a nadie, pero ahí está, actuando como si lo suyo fuera una causa y no un elemento de utilería", puntualizó.