La jornada inició con las palabras de la Magistrada Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Dra. Caryslia Beatriz Rodríguez Rodríguez, quien resaltó el valor de esta coordinación como garante de los derechos y de la protección integral de los adolescentes en conflicto con la ley, reafirmando la importancia de seguir consolidando una justicia especializada, humanista y restaurativa.
Seguidamente, la Magistrada Elsa Janeth Gómez Moreno, Presidenta de la Sala de Casación Penal y Coordinadora Nacional del Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente, ofreció un emotivo discurso en el que destacó los logros alcanzados durante estos ocho años, subrayando el compromiso del Poder Judicial con la reinserción social, el debido proceso y el interés superior del adolescente.
Durante sus intervenciones, tanto la Magistrada Presidenta como la Magistrada Gómez reflexionaron sobre la necesidad de repensar el uso del término adolescente, haciendo eco de lo señalado por el Presidente de la República, Nicolás Maduro, en relación con el significado etimológico de “adolecer”. Ambas autoridades manifestaron la importancia de construir una nueva narrativa que visibilice el potencial, la fuerza y las capacidades de la juventud venezolana, alejándose de visiones que perpetúen estigmas o limitaciones.
El acto contó con la presencia institucional de Magistradas y Magistrados del TSJ, el Ministro del Poder Popular para el Servicio Penitenciario, Dr. Julio García Zerpa; el Defensor Público General, Dr. Daniel Ramírez Herrera; la Presidenta del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, Dra. Carolina Molinos; y la Directora General de Protección de la Familia y la Mujer del Ministerio Público, Dra. Aramay Terán, quien asistió en representación del Honorable Fiscal General de la República.
El ambiente de celebración se selló con el tradicional canto de cumpleaños y la entrega de un pastel conmemorativo, en una jornada cargada de compromiso, reflexión y sentido de propósito.
La celebración del 8vo aniversario de esta Coordinación representa un paso más en la consolidación de un sistema de justicia juvenil centrado en el respeto, la oportunidad y la transformación social, reafirmando el camino hacia un futuro más justo e inclusivo para nuestros jóvenes.