País
Alianza ConEllas presentó informe sobre la vulnerabilidad de derechos en mujeres venezolanas
Emergencia Humanitaria que presenta las niñas, adolescentes y mujeres del país
7 de octubre de 2022
País.- Las organizaciones Funcamama, Unión Afirmativa, Prepara Familia, Cepaz, Uniandes y Acción Solidaria, quienes conforman la Alianza ConEllas, quienes recientemente presentaron el informe “Ser Mujer en Venezuela: Diagnóstico comunitario y propuestas para la acción humanitaria”, en el cual reúnen información respecto al impacto diferenciado que la Emergencia Humanitaria Compleja tiene sobre las niñas, adolescentes y mujeres venezolanas, y además, propuestas para mitigar este impacto.

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El informe presentado por la Alianza ConEllas expone la vulneración exacerbada en el acceso y ejercicio de los derechos a la salud, la alimentación y la vida libre de violencia de las mujeres, adolescentes y niñas en Venezuela, además de los derechos de las venezolanas en situación de movilidad humana.

Los datos presentados por la alianza son el resultado del trabajo de estas organizaciones y la aplicación de un enfoque de género y diversidad a los diagnósticos comunitarios realizados en terreno a casi 6 mil 500 hogares en 18 de los 24 estados del país.

En la recopilación de información, la sociedad civil colaboró a través de la plataforma HumVenezuela para llenar los amplios vacíos de información sobre la crisis.

Derecho a la salud de las mujeres

En esta sección el informe revela la pobreza menstrual que viven miles de adolescentes y mujeres, donde el 25% de las encuestadas indicó que no cuentan nunca o solo algunas veces con toallas desechables sanitarias en su hogar. Es decir, 1 de cada 4, además, este número empeora a 3 de cada 5 mujeres cuando se refiere a toallas sanitarias reusables, tampones o copas menstruales.

De acuerdo al Fondo de Población de Naciones Unidas, cuando las mujeres no cuentan con artículos para su higiene menstrual, las mismas pierden días de colegio o trabajo, afectando su educación y profesión, por lo que este informe, señala que una deficiente higiene menstrual conlleva a mayores riesgos de infección.

El 32% de las encuestadas indicaron que ellas o algún miembro de su familia tiene una condición crónica de salud, siendo las más frecuentes: hipertensión, diabetes, hipo/hipertiroidismo e insuficiencia renal.

Así mismo, el 44% indicó que en los últimos 6 meses (antes de la encuesta), no habían recibido la atención médica necesaria principalmente por problemas de asequibilidad (59%) y por servicios inoperativos (17%).

Respecto a tratamientos, un 32% de las encuestadas expresaron que no había recibido en el mismo período, y la causa principal (68%) fue el costo de los medicamentos, esto se explica, de acuerdo a lo reseñado en el informe, que las mujeres limitan sus gastos de salud como una estrategia para reducir su nivel general de gasto, ya que, priorizan la alimentación antes que cualquier otro gasto doméstico.

Derecho a la alimentación de las mujeres

El informe detalla que 8 de cada 10 mujeres considera que la cantidad de alimentos que llevan a sus hogares es deficiente, escasa o muy escasa, a pesar de que 6 de cada 10 respondió que se gasta casi todo el presupuesto familiar en alimentos.

Sin embargo, el 76% afirmó que al menos una persona de su grupo familiar presenta desnutrición.

Entre las estrategias más empleadas por las mujeres para adquirir alimentos están: comprar a crédito (36%), gastar ahorros (55%), pedir comida prestada o ayuda a otros (40%), pedir dinero prestado (43%), reducir el tamaño de las porciones (65%), reducir la cantidad de comidas al día (44%) o reducir los gastos de salud, educación u otros (40%).

Además, el 94% recurren a “comprar alimentos más baratos”, entre esos, el 61% señala como fuente de aprovisionamiento el CLAP.

Derechos de las mujeres en situación de movilidad humana

Las causas principales reveladas en el diagnóstico de las mujeres para mudarse son: conseguir o cambiar de trabajo y mejorar los ingresos (32%), reunificación familiar (17%) y acceso a medicinas, servicios de salud y/o acceso a servicios públicos (16%).

Al momento de realizar las preguntas a las mujeres que se habían mudado sobre sus dificultades, casi 3 de cada 10 contestaron que encontraron obstáculos para realizar la mudanza, siendo los costos (96%) el motivo principal.

Sin embargo, para los hombres, el dinero sólo representó un problema en el 29% de las respuestas.

Esto dejó en evidencia, la brecha de género más importantes encontradas en el diagnóstico realizado por Alianza ConEllas, se relaciona con investigaciones que han encontrado que los recursos necesarios para mudarse suelen ser más altos para las mujeres que para los hombres, por lo general, vinculado a sobrecostos por regulaciones y discriminaciones vinculadas a sesgos de género.

Otras dificultades señaladas por mujeres para mudarse fueron: responsabilidades de cuidado de adultos mayores, padres, nietos e hijos, en cambio, en otras respuestas dadas por los hombres, indicaron obstáculos por: pandemia, documentación y traslado.

Respecto de la intención de mudarse, 1 de cada 10 mujeres indicaron querer mudarse, el 64% a otro país, principalmente para: mejorar los ingresos (25%), tener acceso a medicinas o servicios de salud y/o acceso a servicios públicos (24%), conseguir o cambiar de trabajo (16%) y reunificarse con sus familiares (11%).

Derecho de las mujeres a una vida libre de violencia

Para 2021, el 7% de las mujeres entrevistadas señaló haber sido víctima de violencia familiar, los tipos más prevalentes fueron: violencia psicológica (87%), física (59%), simbólica (25%), económica (24%) y sexual (10%). El 64% de estas violencias, en el caso de las mujeres adultas, fue cometido por las parejas o ex parejas.

Lamentablemente, sólo el 31% de las mujeres que refirieron ser víctimas de violencia, reportaron o denunciaron lo ocurrido, el 60% lo hizo ante una institución u oficina pública, un 30% prefirió acudir a amigos o vecinos y el 10% a organizaciones sociales. Las principales razones para no reportar se debieron a que los actos no se consideraron graves (37%), por miedo a represalias (36%), desconfianza a las instituciones (14%) y porque los servicios para ello fueron inaccesibles para las víctimas (9%).

Otra de las brechas de género más significativas halladas en el informe se encontraron en esta sección, por cada hombre que fue víctima de violencia familiar física, simbólica y/o sexual hubo 2 mujeres que sufrieron de estos abusos.

Además, las mujeres que son víctimas de violencia tampoco encuentran o tienen información sobre redes de apoyo a las cuales acudir. El 61% respondió que no tienen contacto o relación con alguna organización social y a cambio prefieren en un 50% apoyarse en ellas mismas, un 30% en amigos y vecinos y menos del 8% en iglesias y organizaciones religiosas.

También, el 13% de las mujeres encuestadas reportaron haber sido discriminadas, un 28% por ser mujer y 3% por estar embarazada.

En cuanto al contexto en que ocurrió la discriminación, el 51% de estos actos de discriminación ocurrieron en la comunidad, el 34% por expresarse o querer participar en alguna actividad, el 20% en el trabajo, el 17% en el grupo familiar, el 12% en un programa del Estado, el 11% en la escuela, el 11% en un centro de salud y el 4% en un programa de asistencia humanitaria.

Derecho a la igualdad y no discriminación de personas LGBTI+

Sobre las personas que se identifican como parte de la comunidad LGBTI, en los diagnósticos se encontró que el 31% personas LGBTI indican alguna condición crónica de salud; de ese grupo, 39% dijo que no cuenta con ningún tipo de atención médica, y 25% que no tiene medicinas para su tratamiento.

Casi la mitad (48%) de las personas LGBT encuestadas, aseguraron haber sufrido algún episodio de abuso o violencia de terceros, 48% de las mujeres lesbianas encuestadas informaron haber sufrido algún tipo de abuso o violencia por parte de un funcionario policial y 19% de personas binarias ha sido objeto de abuso o violencia por parte de compañeros de trabajo.

Por otra parte, 6 de cada 10 personas LGBTI, aseguraron haber sufrido algún tipo de violencia dentro del grupo familiar, siendo la violencia psicológica (38%), la simbólica (27%) y la física (22%) las más comunes.

De este grupo, el 73% admitieron que no denunciaron el abuso o violencia por falta de acceso a las instancias correspondientes (19%); miedo a represalias (17%); desconfianza (15%) o porque no se consideró grave el abuso o la violencia (44%)

De quienes si denunciaron, 36,7% dijo haberlo hecho ante una institución pública; 23,3% ante una organización social, y 40% ante amigos o vecinos.

(Con información de Funcama.org)
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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde