Opinión
En Armonía Fetal: Espiritual y no religioso
Se puede ser espiritual pero no religioso
27 de noviembre de 2025
Opinión.- Ken Wilber, filósofo norteamericano, en su reciente libro “En busca de la totalidad” establece una clara diferencia entre espiritualidad y religión, términos que para el común pudieran ser sinónimos, pero no es así. Se puede ser espiritual pero no religioso. La verdadera espiritualidad consiste, precisamente, en el descubrimiento de la gran totalidad, y la diferencia radica en que la espiritualidad elude las creencias mágicas y míticas que impregnan la mayoría de las religiones del mundo.

Sin embargo, cuando se analiza la evolución humana apreciamos que esta transita por un conjunto de estadios que Jean Gebser identifica como arcaico, mágico, mítico, racional, pluralista e integral. Llegar a ser integral en todos nuestros actos es habitar en la escala superior de nuestra evolución. Cuando se llega al estadio integral, la gran totalidad emerge. 

Los místicos de todo el mundo, tanto de Oriente como de Occidente, coinciden en que el único modo de conocer la realidad no consiste en tener una explicación de ella, sino una experiencia directa e inmediata y los más sofisticados también coinciden en que esta realización es profundamente no-dual (o «no dos»), lo que significa que, en la medida en que se puede poner en palabras, se trata de una no-dualidad, de una «unidad» o de una «totalidad» entre infinito y finito, sujeto y objeto, forma y no forma, manifestado y sin manifestar, espíritu y materia, cielo y tierra, nirvana y samsara y bien y mal.

Esta no-dualidad es aplicable a cualquier par de opuestos que queramos mencionar, en la cual están unificados el Fundamento de Todo Ser, y «Todo Ser» significa tanto la existencia como la no existencia y el ser como el no ser. No hay palabras que puedan expresar plenamente eso que todo lo abarca y todo lo incluye.

Eso solo puede entenderse a través de un despertar y una realización directa de esta «totalidad» omniinclusiva, omniabarcadora y no-dual. ¿Por qué? Por ella abarca cinco dimensiones diferentes que son: despertar, crecer, abrir, limpiar y mostrar, las cuales, al unificarlas, nos proporcionan una «Gran Totalidad» omniabarcadora. Experimentar directamente esa totalidad es uno de los puntos cardinales del libro de Wilber.

En nuestra profesión, como médico, como obstetra, como investigador de las emociones maternas, atendemos a nuestras gestantes bajo un enfoque integral que parte desde lo biológico hasta lo sutil y espiritual, por eso nos identificamos con el pensamiento de Wilber. Es una atención obstétrica desde la óptica de la totalidad y somos espirituales sin ser religiosos.

Gonzalo Medina Aveledo PhD Ciencias Médicas
Médico Obstetra
Investigador de las emociones maternas
Ig. @armoniafetal
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Gonzalo Medina Aveledo