Rubén Limas Telles: Congreso Nacional de Traumatología
A pesar de la dura crisis económica que hoy enfrentamos, los que nos quedamos, no nos rendimos
Opinión.- Los venezolanos sin ninguna duda somos resilientes, afuera y adentro de nuestro país. Quizás, en un lenguaje más coloquial “corajudos”. Todos, pero en especial los médicos venezolanos que fuera y dentro del país, siempre dejamos en alto el nombre de Venezuela.
A pesar de la dura crisis económica que hoy enfrentamos, los que nos quedamos, no nos rendimos. Creemos en el cambio, en una nueva y brillante Venezuela. Una de oportunidades y crecimiento, de responsabilidad y honestidad.
Venezuela, es sin duda, una tierra de esperanza y de lucha constante, seguimos de pie, con la fe inquebrantable de que nuestro país tiene un destino grande y lleno de cosas buenas. La historia de este país está marcada por valientes, hombres y mujeres que no se rindieron, por soñadores y dedicados; en especial nuestros médicos que, con su esfuerzo y entrega, no se rinden y siguen luchando.
En el país se están realizando nuevamente, después de la pandemia, congresos médicos; y hoy se está llevando a cabo en la ciudad de Porlamar, estado Nueva Esparta, el de Traumatología y Ortopedia. Ello refleja esa pasión por la excelencia y la innovación.
A pesar de las dificultades, nuestro país se mantiene a la vanguardia de la tecnología y la ciencia, porque en el corazón de los venezolanos laten el compromiso y la esperanza. Estos encuentros son una muestra de que nuestro talento, nuestra dedicación y nuestra fe en un mejor futuro, siguen ampliando las fronteras del conocimiento, dejando huella en la historia de la medicina mundial. Tecnología como la Realidad Virtual, la Simulación 3D y la Inteligencia Artificial invaden de manera importante nuestro congreso.
Con invitados nacionales e internacionales, especialmente estos últimos, que vencieron el miedo de venir a nuestro país y estar presente junto a nosotros para compartir experiencias y conocimientos. Perú, Chile, México, Colombia, Argentina, Francia, Italia y España. ¡Apostando a la academia y a las nuevas generaciones!
Venezuela no se rinde. Cada desafío nos fortalece y nos impulsa a seguir adelante, con la convicción de que juntos, con fe en Dios, porque Dios hace cosas asombrosas, en nuestro pueblo y en nuestras capacidades, podemos reconstruir una nación próspera, digna y llena de luz. Tenemos que volver a hacer la vanguardia de la medicina en América Latina y el continente. No hay razón para no serlo.
La esperanza no muere, ella está intacta, incólume, y además se transforma en acción. ¡Sigamos luchando, sigamos soñando y sigamos creyendo en Venezuela! Porque esta tierra, a pesar de los obstáculos, tiene un destino grandioso, y nosotros somos los protagonistas de su renacer. ¡Viva Venezuela, vivan los médicos venezolanos! Adelante, siempre hacia un país mejor. Pronto estaremos de vuelta a Valencia, con las pilas renovadas de tecnología e innovación. Dios nos bendiga a todos, y nos cubra con su manto protector.
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