Julie de Romero: Decisiones y determinaciones
Hay un poder muy grande cuando tomamos una decisión con firme determinación
Opinión.- Quiero hablarte acerca del poder de tus decisiones y determinaciones. En Job 22:28 la biblia dice “Determinarás igualmente una cosa, y te será firme, y sobre tus caminos resplandecerá luz”.
¿Cuántas veces has decidido algo para luego dejarlo? ¿Conoces personas que cambian continuamente en sus decisiones, que parece que no saben lo que quieren?
Hay un poder muy grande cuando tomamos una decisión con firme determinación, es decir con el propósito firme de hacer algo como consecuencia de una reflexión y convencimiento interior.
Las decisiones son un poder personal, cada decisión es una responsabilidad personal asumida, no siempre se reflexiona acerca de esto, solemos echarle la culpa de nuestras decisiones a otros, lo cual es señal de inmadurez de carácter, lo importante es tomar buenas decisiones y estar comprometidos con cada una de ellas, aun cuando no estemos muy satisfechos con sus resultados.
Dios nos da el poder de elegir, coloca en nuestras vidas la voluntad para que decidamos y espera que basemos nuestras decisiones en la voz de la sabiduría y en consonancia con su naturaleza en nosotros; es decir, él confía en que podremos tomar decisiones correctas que producirán buenos resultados. Ejemplo de esto lo vemos cuando le dijo al pueblo de Israel en Deuteronomio 30:19 "He puesto ante ustedes la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida, para que tú y tu descendencia vivan", y siempre nos da el consejo correcto porque desea que tomemos buenas decisiones.
Algunas de nuestras decisiones se toman al azar, por un impulso, porque alguien más lo está haciendo, por moda o tendencia, sin pedir consejos, sin hacer un análisis serio y concienzudo de la situación. Son graves errores que se cometen de manera irresponsable, nos negamos a usar ese poder habilidosamente.
La biblia es nuestro manual de instrucción y nos enseña. Primero: “En la multitud de consejeros hay seguridad, Proverbios 11:14”. Por lo tanto pide consejos a gente sabia, con resultados, gente madura, confiable, con trayectoria. Segundo: que quien quiera construir una torre debe hacer una evaluación precisa, si cuenta con los materiales y todos los recursos para terminarla, Lucas 14:28-29.
No te dice que te lanzas al vacío, sino que aprendes a ser más meticuloso, investiga acerca del tema, de esa oferta tentadora, de lo que ganarás, pero también lo que arriesgarás y, entonces, la decisión correcta será más clara que la mañana. Tercero: tus decisiones deben estar en consonancia con tus principios de amar y servir a Dios; por ejemplo, a Jesús le dijeron que no fuera a Jerusalén porque le espera un final fatal. No siempre tendrás la aprobación de todos, pero no debes tentar contra tus principios y tu propósito. Por eso hay gente que se alejará de ti solo porque tus decisiones no te hicieron muy popular, pero tú sabes que hiciste lo correcto, no saboteaste tu integridad y podrás dormir en paz contigo mismo.
Pero cada decisión será probada, vendrán momentos en donde tú mismo cuestionarás si fue la más correcta, entonces necesitas el poder de la determinación. La determinación es el firme compromiso con aquello que has decidido, tiene que ver con tu firmeza de carácter y el esfuerzo persistente en alcanzar tus metas. Es aquí donde muchos fracasan.
Muchos comienzan, pero se necesita de determinaciones firmes para permanecer y no abandonar, cuando otros desisten, cuando tocas una puerta y no se abre, cuando rechazan tu idea, cuando vienen los desanimadores, los que traen el reporte negativo, los asesinos de tu visión. Siempre es más fácil abandonar y desistir que mantenerse firme.
Tendrás que desarrollar el carácter de un ganador, no naciste para ser un campeón de mitad de camino, tendrás que hacer evaluaciones continuas y ajustes en el proceso, pero rendirte jamás. Pule tu equipo y los que te rodean, deben compartir contigo el sueño y la visión. Algunos no podrán acompañarte porque no creen lo que tú crees, deberás pedirle ayuda al Espíritu Santo, deja el orgullo, nadie llega a la meta sin ayuda, y la mejor ayuda viene de arriba. Siempre cree y espera lo mejor, aunque también debes prepararte para los reveses, pero Dios te ayudará a levantarte, una y otra vez.
Hoy quiero animarte, ánimo es Dios en ti. Cuando nadie cree en ti, Dios apostó por ti porque te diseñó para ganar. Es tu mejor aliado, tu socio, amigo, consejero. Nunca lo ignora, porque cuando nadie te acompaña él nunca te dejará. Con Dios nunca se pierde, siempre se gana. Mucho éxito, sé que lo lograrás.
Ap. Julio de Romero.
Apóstol de la Federación CCN en Valencia.
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