Opinión
Agustín Albornoz S.: Éxitos y fracasos
Los fracasos y errores nos pueden cambiar con mayor profundidad que los éxitos
30 de junio de 2025
Opinión.- Al contrario de lo que uno podría creer, los fracasos y errores nos pueden cambiar con mayor profundidad que los éxitos y aciertos. Es más, pueden hacernos personas diferentes, que podríamos, sin muchos problemas, adaptarnos a distintas situaciones, dándonos, incluso, la posibilidad de comenzar todo de nuevo para hacerlo mejor que antes.

Otro concepto que tampoco es usual, es uno que se refiere a las caídas. Una caída, al contrario de lo natural que sería hacia abajo, en realidad ¡podría ser hacia arriba!...solo si uno está dispuesto a aprender de dicha caída. Y solo será un fracaso cuando nos quedamos caídos, en lugar de levantarnos y seguir adelante.

Cuando tropezamos y caemos y nos quedamos allí tendidos, quizás pensando que hemos metido la pata muy feo, y que no tenemos remedio, entonces es el momento de…¡mirar hacia arriba! Es hora de buscar a Dios, quien a través de su Hijo Jesús y por su bondad y gran amor nos dispensa un enorme privilegio que, por cierto, no dependerá de ningún mérito nuestro: el de un nuevo comienzo. 

De hecho, Él es el Dios de las segundas oportunidades y de todas las que necesitemos, siempre que creamos en Él de verdad, así como creamos que Él es muy capaz de hacer su parte, la que para nosotros es muy difícil o imposible; y de que hagamos también la nuestra, todo lo que realmente estemos en capacidad de hacer.

Así que levantémonos y sigamos adelante, agradeciendo a Dios por un nuevo comienzo. Asimismo, agradeciéndole por todas las lecciones que hemos aprendido de nuestra caída, al igual por aquellas que seguiremos aprendiendo en el futuro, gracias a Él también. Igualmente, podremos agradecer al Señor porque no solo nos beneficiaremos nosotros de las lecciones que aprendamos, sino que también podremos compartir con otros dichos aprendizajes.

Otras razones para seguir agradeciendo a Dios en todo esto:
1. Porque podremos observar, a medida que vaya sucediendo, la manera en que nuestra vida irá cambiando para bien.

2. Por el o los éxitos que estarán muy cerca de ocurrir, gracias a que hemos soportado el o los fracasos que a menudo los preceden.

Por último unas breves reflexiones sobre el tema:

-El que pueda decir sinceramente: Hice lo mejor que pude, no es un fracasado.

-La fórmula para el fracaso: tratar de complacer a todo el mundo.

- Ser una persona madura es poder hacer un trabajo sin tener que ser supervisado; llevar dinero sin gastarlo; soportar una injusticia sin querer vengarse.

- Lo que determina la medida del éxito no es que se resuelva un problema difícil, sino que este no sea el mismo del año pasado

- Recordemos que Dios nunca falla, aunque nosotros sí. No importa cuántas veces le hayamos defraudado, él no nos defraudará, y nos ayudará a pasar la prueba...cualquiera que esta sea.


Por Agustín Albornoz S.
@viviendovalores
Sigue la información minuto a minuto en nuestro Telegram Instagram Facebook Twitter ¡La noticia en tus manos!
VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Editoría de Notitarde