En armonía fetal: Lo vivido por nuestros ancestros
En ese juego se mueve el destino de las personas
Opinión.- Al nacer somos portadores de dos energías que se unen: la memoria biológica que nos constituye como humanos y la memoria de ambos linajes.
En ese juego se mueve el destino de las personas. La memoria biológica se encarga de almacenar todos los procesos de evolución, que nos torna únicos y especiales, y se ubican en la psiquis.
De modo que, las actitudes, reacciones, habilidades, prohibiciones, mandatos, valores, modos de funcionar, prejuicios, elecciones y gustos, en sus infinitas combinaciones, nos hace a cada uno, seres particulares, con innumerables posibilidades, de enorme riqueza por las diferencias.
Buena parte de esa particularidad se funda en el sistema de creencias de nuestro clan.
Si bien cada miembro de una familia aloja en su inconsciente la memoria de los recursos que utilizó con éxito y los fracasos vividos a lo largo de muchas generaciones, es el modo particular de traducir esas emociones, reacciones y acciones que cada familia instituye como “lo que corresponde” lo que marca a cada uno, mediante huellas que le indican qué hacer, cómo hacerlo, por qué conviene elegir o cómo eliminar determinados caminos.
Situaciones como exclusiones, abortos, hijos sin reconocer, humillación, vergüenza, locura, incestos, exilios, estrés laboral, sentimiento de rechazo o discriminación, así como gran fortuna en los negocios o capacidades para el arte, forjan el archivo de las oportunidades y traumas vividos por nuestros ancestros.
Aquello que ha quedado sin gestionar se repetirá en las siguientes generaciones porque sigue reclamando solución.
Si hubo logros, progreso y felicidad, las nuevas generaciones gozarán de un piso más firme desde donde construir su existencia, y desde ahí seguirán prosperando.
Si hubo conflictos, crueldad, intemperie emocional, miseria, despojo, enfermedades y deseos insatisfechos, los descendientes deberán trabajar en la ampliación de la conciencia para superar esos obstáculos que impiden una vida más plena, sana y con futuro para quienes los sucedan.
En la unidad de armonización fetal te ayudamos a identificar esos obstáculos, devalando las memorias transgeneracionales, reconociendo los programas heredados y soltando las lealtades invisibles que nos gobierna y nos impide el desarrollo de nuestra libertad.
Indagar en las memorias reclama rastrear una información de oro. Recuerda, la construcción mental del niño no depende del coito que le ha dado forma sino de cómo los padres lo han concebido mentalmente.
Soñarlo, hablarle, darle un lugar en el orden familiar, saberse deseado en el corazón de sus padres es de vital importancia.
Gonzalo Medina Aveledo PhD Ciencias Médicas
Médico Obstetra
Investigador de las emociones maternas
Ig. @armoniafetal