Cita con la Historia: Alejandro de Humboldt en Carabobo
"Este próximo 14 de septiembre se cumple un aniversario más del nacimiento"
Opinión.- Este próximo 14 de septiembre se cumple un aniversario más del nacimiento de Alejandro de Humboldt, nacido en 1769 en Berlín. Humboldt es considerado el hombre más universal del siglo XIX; sus estudios abarcaron las materias de geología, biología, astronomía, climatología, zoología, vulcanología, oceanografía, antropología; era políglota, documentalista, tecnólogo, en fin, conocía todas las ramas del conocimiento. Fue conservacionista y ecologista, y en su tiempo un gran divulgador, que escribió miles y miles de cartas compartiendo sus ideas, descubrimientos y teorías.
En nuestro país se le honra con su nombre en un planetario, una prestigiosa universidad, un hotel y un colegio.
El gran sabio alemán visitó nuestro país en su primer gran viaje de exploración. Llegó a nuestro país en julio de 1799. Apenas llegando se maravillará al sentir un terremoto, ver un eclipse, una lluvia de estrellas, conocer una de las cuevas más grandes del mundo como lo es la cueva del Guácharo, y será el primero que registre de manera científica un hecho natural extremadamente raro: la lactancia masculina, es decir, un hombre que pudo dar pecho a un niño recién nacido.
Es el primero que escala el Pico Ávila, luego se maravilla con la enormidad del Samán de Guere, al que le calcula una antigüedad de 200 años.
Conoce al Lago de Valencia, lo mide, lo analiza, habla de la disminución de sus aguas, de la evaporación, de lo perjudiciales que le han resultado la tala en las márgenes y el desvío de los ríos para regar las cosechas, de la fertilidad del valle que lo rodea. Conoce las crías de camellos que tiene el Marqués del Toro. Considera que los españoles deberían haber traído camellos desde hace mucho tiempo y que son ideales para las condiciones geográficas locales y para trabajar en la agricultura.
Siguiendo en su camino conoce las aguas calientes de Mariara, una vez más mide y compara, toma nota y envía a Europa muestras de esas aguas y los minerales que se encuentran en sus cercanías. Se da un baño de aguas sulfurosas, que le recomiendan los esclavos de las plantaciones.
Al llegar a Valencia lo primero que analiza es nuestro Cerro El Morro, a la entrada de la ciudad, donde calcula el retiro de las aguas del Lago, que una vez debieron llegar hasta su base.
Al llegar a nuestra ciudad calcula la población en unos 7.000 habitantes, dice que las calles y el mercado son amplios, las casas bajas y considera que Valencia tiene mejores condiciones para ser capital que Caracas, porque tiene al mejor puerto del país (Puerto Cabello) muy cerca, así como los fértiles valles de Aragua. También el lago a sus pies y muy inmediatos ríos navegables que pueden comunicar con los llanos, el Orinoco y el Amazonas.
En nuestra ciudad se hospeda en una bella casa colonial por la actual calle Carabobo, entre Colombia y Páez. Una placa señalaba el lugar donde se quedó entre nosotros el hombre más sabio de su tiempo, pero como tantas otras, hace ya rato que la casa fue derrumbada, quizás para poner un estacionamiento.
Una de las cosas curiosas que nota el científico alemán es el enorme número de hormigas (bachacos) que proliferan por toda la ciudad, que con sus hormigueros dañan las construcciones y constituyen un serio peligro para la estabilidad de los edificios.
Sólo conoce dos hechos históricos importantes ocurridos en la ciudad, hasta aquel momento: La incursión de Lope “El Tirano” Aguirre en 1561 y la defensa de la ciudad contra los caníbales caribes que hizo Don Garcí González de Silva en 1578.
Para finalizar su viaje por tierras carabobeñas el insigne visitante baja a Puerto Cabello, previa visita a las aguas termales de Trincheras, que considera las segundas más calientes del mundo. De allí seguirá recorriendo nuestro país y la América toda, de cuya experiencia deja más de treinta volúmenes conocidos como “Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente”.
