César Burguera: El imponente Dracufest 2023
"La Semana Mayor sirvió de insustituible escenario para la realización de tal vez el más importante e inédito evento"
Opinión.- El inédito evento
La Semana Mayor sirvió de insustituible escenario para la realización de tal vez el más importante e inédito evento que pueda recoger o surgir de la memoria colectiva. Se presentaba el Dracufest 2023 para el compartir, el disfrute y esparcimiento no solo de una entidad federal con las excepcionales características y condiciones de Carabobo, sino que se realizaba una amplia convocatoria que resonaba en todo el territorio nacional, era, en definitiva, la acogedora invitación a todos los habitantes de este formidable país. Nuevamente se presentaba la emblemática ciudad de Puerto Cabello, esa misma urbe que siempre estará de moda y que se ha constituido en la más celosa custodia de ese inmenso Mar Caribe, con su indeleble huella renovada en sus olas y exhibiendo su infinita e interminable presencia. Puerto Cabello proporcionaba los amplios espacios para que todo un pueblo tuviese la ineludible oportunidad de observar que la esperanza, la ilusión y la creencia son tangibles y se constituyen en las más fascinantes herramientas dentro de la confección de la nueva patria. El gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava se presentaba como el imprescindible promotor de la formidable jornada que comprendía y se extendía por 5 días. Ante ello se imponía la obligación y el deber de custodiar la seguridad e integridad física de los centenares de miles de venezolanos que acudieron a la aguardada cita con Puerto Cabello y Carabobo. Resulta un estéril ejercicio tratar de calcular la masiva e impresionante asistencia al inolvidable Dracufest, nos quedamos con las elocuentes e históricas gráficas que nos narraban como la emoción y el fervor colmaban el extenso territorio de la ciudad portuaria, esa misma que está de moda. Lacava advertía que no podía haber espacio para la improvisación, enfáticamente señalaba que la imprudencia no podía tener ningún tipo de rasgo o manifestación y que era impostergable impedir que la irresponsabilidad asumiera carácter protagónico en un evento de la envergadura del imponente Dracufest. Por ello semanas antes el mandatario regional procedía a la impecable organización del inédito y extraordinario evento. Rafael Lacava convocaba a todas las instancias gubernamentales. Los órganos competentes se desplegaban como invariable garantía de la rotunda victoria en la extensa jornada. Y aquel inicial propósito, aquel original plan organizativo esbozado por Rafael Lacava, siempre acompañado por todo un competente equipo de gobierno, se traducía en un categórico éxito para la satisfacción de una ciudad, un estado y fundamentalmente un país. No se llegaba a registrar ni un solo hecho de violencia, atropello u arrebato que comprometieran la tranquilidad y sosiego de esa incalculable multitud. Se realizó un estricto seguimiento, por parte del gobernador de Carabobo, para que no se suscitaran inmorales e indecentes conductas que buscarían soslayar, los inalterables principios y arraigados valores. Con el Dracufest se reivindicaba la identidad de la ciudad de Puerto Cabello, se ratificaba la perenne presencia de Carabobo como indiscutible referencia dentro del contexto nacional. Fue el dinámico estímulo para que el emprendimiento tuviese su mayor exposición. Igualmente el turismo presentaba sus indiscutibles credenciales para que sea asumida como una preeminente y febril actividad en la reactivación del esquema económico de esa Venezuela que todos aspiramos.
La satisfacción de Lacava

Después de la agotadora labor por confeccionar un evento con esas imborrables características del Dracufest. Después de la extenuante jornada que diariamente reclamaba del estricto control, inspección y vigilancia por parte de su principal propulsor, Rafael Lacava llegaba a reflexionar en solitario ante ese silente compañero que ha acompasado cada uno de sus pasos. Lacava bordeaba las inmensas costas con la misma convicción de su propia niñez y observaba nuevamente la magnitud, la dimensión de ese Mar Caribe que lo lleva impregnado en su indómito espíritu, palpita, de manera fervorosa, en su alma. Rafael sabe perfectamente que ha cumplido a cabalidad, como siempre, la tarea encomendada y esboza una amplia sonrisa que es el definitivo sello que transmite el claro y concluyente éxito del Dracufest y por la inigualable satisfacción de haberle proporcionado a todo un pueblo la posibilidad de sentir nuestra propia tierra, de percibir, con orgullo, todo lo que se avecina para nuestro venerado territorio.
Todo lo bueno está por venir

Pero la vehemente actividad no tiene descanso. Lacava retoma esa misma vocación que lo ha acompañado desde hace más de un cuarto de siglo, la misma de aquel octubre del 2017, cuando se convertía el primer mandatario de Carabobo. Esa misma vocación que lo ha llevado a concebir un nuevo credo, una renovada práctica en el ejercicio de hacer política de cara al común que reconoce su absoluta dedicación y compromiso con esta venerada entidad federal. Es el “Nuevo Carabobo” que recorre vigorosamente cada espacio de la región. Lacava anuncia un nuevo encuentro entre los hermanos de lucha y vida, serán el presidente Nicolás Maduro y Rafael Lacava quienes en los próximos días y ante todo un consecuente pueblo, pondrán en efectiva práctica el más ambicioso e importante plan de los últimos años en el país y que está relacionado con la medular y necesaria materia de inmediata atención de salud primaria. Y es que lo bueno está por venir para Carabobo y Venezuela. A lo lejos se puede escuchar, casi de manera agónica, los quejidos de los permanentes pavosos, con su rigurosa vestimenta de lúgubre tonalidad negra, con esos inconfundibles olores a nardos y café, algunos fingiendo un desolador llanto ante el inevitable velorio. Por eso es que retomamos la recurrente proclama trasmitida diaria y emocionadamente por Rafael Lacava ¡Que viva Carabobo! ¡Que viva Venezuela! Aquí nadie se rinde. Y esa es la verdad.
Por César Burguera