El nombre del proyecto se inspira en la novela “Las Ciudades Invisibles” de Ítalo Calvino en la cual algunos capítulos se titulan “La Ciudad y La Memoria”. De hecho al ingresar al portal nos recibe un epígrafe con una cita de esta maravillosa obra que pondera en clave histórico-fantástica la importancia de preservar la memoria de cada urbe.
Al proyecto se puede acceder en su página web citiesandmemory.com donde se define como “uno de los proyectos sonoros más grandes del mundo, un programa global de grabación de campo y arte sonoro colaborativo con el objetivo de remezclar el mundo, un sonido a la vez. Cubre más de 100 países y territorios con más de 5000 sonidos y más de 1000 artistas contribuyentes”. También invitan “a cualquier persona en todo el mundo a que nos envíe una grabación de sonido desde donde sea que esté, y nos cuente un poco sobre cómo son las cosas dondequiera que viva”.
Los artistas que participan en el proyecto recomponen y reinventan cada sonido, ya que reflexionan sobre cómo los sonidos de nuestro mundo cambian y se pierden todos los días, brindando una nueva perspectiva sobre cómo escuchamos nuestro entorno cotidiano.
El proyecto no sólo documenta los sonidos añorados que evocan recuerdos del pasado, sino que también destaca algunos de los que corren peligro de perderse. Su objetivo es llamar la atención sobre los paisajes sonoros del mundo que están desapareciendo y sobre lo que podemos hacer para preservar y salvar sonidos social y culturalmente importantes para las generaciones futuras.
En su sitio web el proyecto dispone de un mapa digital donde se pueden escuchar los sonidos de cada ciudad del mundo. La lista de sonidos incluye tecnología anticuada, cámaras, aparatos electrónicos, artículos domésticos, equipos de oficina y agrícolas, material militar y cornetas antiguas.
Los sonidos están agrupados en las siguientes categorías:
*Entretenimiento doméstico obsoleto, como cintas VHS, reproductores de casetes Walkman, consolas de videojuegos y proyectores de películas.
*Equipos de trabajo: Los evocadores sonidos de las antiguas máquinas de escribir, calculadoras, telares, teletipos e imprentas, el zumbido de los módems.
*El mundo del transporte: trenes de vapor, automóviles y carros de carrera antiguos, maquinaria agrícola centenaria y viejos vagones del metro.
*Electrodomésticos del pasado, como pulidoras de pisos, batidoras de mano, aspiradoras, ventiladores, afeitadoras y molinillos de café.
*Equipos militares antiguos, como máquinas descifradoras de códigos de la Segunda Guerra Mundial, aviones de guerra y sirenas antiaéreas.
*Reflexiones sobre la desaparición de los sonidos de la naturaleza, los procesos industriales y las tradiciones culturales.
Esta lista de sonidos va acompañada de un reproductor digital para escucharlos y la información de su historia. También cuenta con un buscador de sonidos (en inglés) y la posibilidad de escuchar un sonido al azar.
Sus creadores ofrecen también un álbum para descargar gratuitamente con los momentos destacados del proyecto.
Los sonidos del mundo están cambiando más rápido ahora que en cualquier etapa de la historia humana y la vida útil de los sonidos es más corta que nunca: los sonidos que surgieron hace solo unos años ya están desapareciendo. De allí la importancia de este proyecto que viene a ser una especie de museo digital que nos permite recuperar los sonidos perdidos.